La construcción de la identidad desde la música

Primero que nada, ¿Qué es la identidad?

Tratar de definir el concepto de identidad es un trabajo arduo debido a la gran cantidad de aspectos que se toman en cuenta para lograr comprender completamente a que nos referimos, además, esta misma puede ser vista desde distintos enfoques, haciendo bastante complejo el trabajo de otorgarle características únicas y especificas a esta idea. Aun así, podríamos decir que la identidad en general es el conjunto de rasgos específicos que dictan quienes somos y la manera en la que expresamos todos estos elementos; Son meramente las cualidades que hacen a algo o a alguien “ser único(s) e irrepetible(s)” y pueden ser propios de una persona o de un grupo de personas específico.

Cada persona tiene su identidad individual que a su vez forma parte de un conjunto llamado sociedad.

¿Cómo construimos nuestra identidad individual?

El ser humano no construye su identidad en solitario, sino que lo hace acompañado de la sociedad de la cual forma parte; La historia de la humanidad es una historia de cambios y transformaciones. Desde que el ser humano comenzó a modificar, utilizar y adaptar su entorno también comenzó a formar y reformar su propia identidad, los primeros grupos de personas comenzaron a crear la misma conforme iban surgiendo cambios significativos como la sedentarización y el descubrimiento de la agricultura. Al establecerse permanentemente pudieron desarrollar una relación más profunda con la tierra y sus recursos naturales, a medida que cultivaban y domesticaban plantas y animales, surgieron nuevas formas de organización social y económica permitiendo el crecimiento de las sociedades y el florecimiento de las culturas. La agricultura y el asentamiento se convirtieron en pilares fundamentales en el desarrollo de su identidad colectiva, moldeando su forma de vida, creencias y cosmovisión.

De la misma manera, en la actualidad los seres humanos nos valemos de los cambios externos para poder construir nuestras identidades individuales, es decir, seguimos dependiendo de los cambios del entorno para delimitar quienes somos nosotros frente a un colectivo o sociedad. Al vivir en un tiempo en el cual tenemos tanto acceso a diferentes tipos de información podemos encontrar abrumador el hecho de que  

No construimos nuestra identidad en solitario, sino que nos valemos del entorno y la “relación con el otro” para poder construirla.

No podríamos decir que la identidad es completamente estática, es decir, no es algo fijo, muta y se transforma a través del tiempo gracias a los cambios y modificaciones del entorno, pero siempre tiene un punto de partida especifico al que se vuelve para recordar la individualidad dentro de una sociedad, a esto también podemos llamarlo esencia. La identidad es constante y cambiante.

Desde lo individual, está moldeada por todas las experiencias y conocimientos obtenidos durante nuestra vida, la manera en la que nos relacionamos con las personas que nos rodean, nuestros valores, sentimientos, pensamientos, gustos, la forma en la que nos vestimos, expresamos, la cultura y el espacio en el que nos desarrollamos, entre muchísimas cosas más. Desde lo colectivo se construye de acuerdo con las características corporales, vivencias, ideologías, tradiciones, prácticas, gastronomía, etc., que tiene en común un grupo de personas específico.

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