La vida de aquellos

Era cuestión de tiempo para que estas dos almas perdidas en la tierra se enlazaran. Pasaron los meses y las reuniones, escapadas, asaltos, misiones y encuentros, hicieron que el gusano madurara y supiera que su vida pasó de valer nada a valer mucho para el Viejo Agrio. Invierno abrupto capaz de congelar el mar Ageo, azotaba la ciudad. He aquí una de las primeras pruebas del gusano puesta por el viejo agrio; era su misión, pero su frialdad no estaba como de costumbre, así que decidió integrar al gusano, una misión sin importar el precio de sangre. 4:25 p.m., jueves por la tarde, el mismo restaurante, las mismas personas, el mismo grupo y la misma mujer de vestido rojo cantando jazz duro, crudo y sin censura. Antes de entrar al restaurante situados a dos calles el viejo le da directrices que deberá seguir con precisión. << ve y habla con el anfitrión, dile que alguien te espera, llama al mesero dibujando con los dedos una V en el aire, pregúntale por Sam y que te lleve con él y pídele el ultimo pastel de leche que esta al fondo del mostrador pide canela y una cuchara pequeña de mango corto, platica con él y deje que el tiempo pase a la deriva>>. 7:25 p.m., entra con serenidad como la mortalidad de un cáncer, una mujer que va más allá de sus apariencias, prendas y vestimenta, jure que no era lo que el viejo dijo ser… su nombre es: Mina lechowsky. Amante del primer ministro Ucraniano, nuestra carta de salida del país, pensó el gusano. Llegando a su mesa empiezan las preguntas puntuales y las respuestas cortas, 25 minutos después sale del restaurante y se dirige al carro del viejo, abre y se sienta y es golpeado por la culata de la pistola, ingenuo exclama; mira y aprende como se interroga a un chivo… 7 disparos, cinco en la cara y dos el pecho yace Mina muerta en la esquina del bar, entra al carro y le dice: “Nunca muestres la pata con cojeas”. Segunda regla.

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