MANOS MILAGROSAS.

UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL

FACULTAD DE CIENCIAS ADMINISTRATIVAS

CARRERA CONTADURIA PÚBLICA AUTORIZADA

ENSAYO DE MICRO Y MACRO ECONOMÍA

TEMA: “MANOS MILAGROSAS”

NOMBRE:

CHOEZ FLORES SHIRLEY ESTEFANÍA

TUTORA:

ECON. LILIA PAREDES ALVARADO

CURSO:

4/29

GUAYAQUIL, ECUADOR

Al ver esta película “Manos milagrosas”, en la cual se observan métodos, técnicas y consejos, por llamarlos de alguna manera, para ver al mundo de una forma positiva y poder hacer las cosas bien se puede comprobar, que cuando incluimos a nuestras vidas conceptos o valores como la disciplina, respeto, constancia, las cosas irán a saliendo de manera correcta. Es decir todo depende en su gran mayoría, de nuestro interior para saber tomar las decisiones correctas en nuestras vidas.

Así mismo si nosotros nos criamos en un hogar con valores, y los ponderamos a lo largo de nuestro vivir, podemos aspirar a ser grandes personas, con logros y objetivos cumplidos y sortear la mayoría de los obstáculos que se nos pudieran presentar.

Manos milagrosas muestra la vida de un médico llamado Ben a través de diferentes etapas de su vida hasta llegar a ser el mejor médico neurocirujano del mundo en pocas palabras en un hombre exitoso.

Como en toda película nos deja algo para reflexionar, nos hace pensar si en verdad estamos haciendo lo correcto, si somos ejemplo de vida y que tanto podemos mejorar.

Para Ben su misión era superar sus bajas notas en la escuela, y entrar a la mejor universidad de medicina.

Una misión es querer que las personas puedan tener conocimiento que el trabajo duro y la fe en Dios todo lo vence. También para dejar patente que la determinación, el coraje y el amor de una madre conllevan al logro y sueños de los hijos.

La visión de Ben era ser médico neurocirujano.

Esta película de amor, perseverancia y fe, que nos enseña a proyectar y ver que podemos lograr todo lo que nos propongamos en la vida, sí nos esforzamos y sí dedicamos tiempo, estudio e interés.

La película “MANOS MILAGROSAS” habla de Ben Carson, un niño no tenía muchas oportunidades en la vida. Se crió en un hogar pobre y recibiendo humillaciones por parte de sus compañeros de clase, lo menospreciaban por ser de color y por presentar notas muy bajas. Su madre al ver su mal rendimiento en la escuela y la falta de fe en sí mismo le trata de ayudar dándole consejos, le ayudó a crecer su imaginación, inteligencia y lo más importante, creer en él mismo, repitiéndole la frase “Tu puedes hacer la cosas igual q los otros.. Solo que mejor” mil veces. Así también le obligó a dejar la televisión y a organizar mejor su tiempo para dedicarse a la lectura.

Luego de que Ben logra levantar sus calificaciones se da cuenta de que podía tener altas calificaciones y que no es bobo como le decían y llego a creer. Ahí Ben empezó a interesarse por la música clásica, por leer y aprender sobre todo lo que tenía curiosidad, a tal punto que respondía las preguntas más difíciles en clases y todos los compañeros y el profesor quedaban sorprendidos. Al graduarse Benjamín, salió mejor egresado, luego de que lo presentaran como tal, su maestra de 8vo grado hizo una discriminación al decir que no debían sentirse orgullosos por tener a un alumno de color y sin padre como mejor alumno, luego Ben se cambia de escuela y empieza a darle importancia a lo que las personas pensaban de él, se deja influir por los compañeros, donde casi termina mal cuando Ben toma su navaja con la intención de apuñalar a uno de sus amigos quién le estaba insultando, pero afortunadamente el cinturón de su amigo frena el golpe, se rompe la navaja y su amigo se salva la vida. Ben se asustó, se dio cuenta que su temperamento no lo ayudaba y suplica a Dios que le quite ese temperamento y decide cambiar.

Ben pasó por diferentes problemas como: Las malas juntas, presión del grupo, baja autoestima, pero el principal hecho fue el vivir en un ambiente racista y discriminatorio.

Después consigue una beca en la universidad de Yale, ahí conoce a su esposa, una mujer que tocaba música clásica con el violín, y es gracias a ella que Ben no perdió la esperanza de seguir estudiando, de pasar el examen de química, el cual si lo reprobaba le quitarían su beca y no podría continuar con sus estudios, Ben logra pasar el examen y decide ser neurocirujano.

Ben entra al hospital Johns Hopkins como residente, en el cual realizó tres operaciones que marcaron su vida como doctor. La primera fue una operación complicada la cual no podía realizar ya que era internista y requería de una supervisión

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