Macbeth

Macbeth es una tragedia que ha tenido y sigue teniendo muchas interpretaciones y maneras de ser abordada por la crítica. En esta clase vamos a ocuparnos, en primer lugar, del poder de la palabra. enfocando el análisis en el primer acto. Luego, sin dejar de lado la atención por el especial uso de las palabras, haremos una lectura de toda la tragedia a partir de la hipótesis de que Macbeth es una tragedia atravesada por el miedo. En uno de sus pasajes más dramáticos (Acto 2, Escena 3), ya consumado el crimen del rey, pero todavía oculto para todos salvo para los asesinos, Macduff entra a la habitación donde descansa el monarca y se encuentra inesperadamente con la evidencia de que ha sido asesinado. Ese descubrimiento se produce fuera de escena: el espectador sabe del asesinato pero no ha visto nada; de modo que es Macduff el encargado de transmitirle el espectáculo que ha sido sustraído de su vista. Y las primeras palabras que pronuncia para hacerlo son (cito en inglés): “O horror, horror, horror!”, como si lo fundamental no fuera describir lo que ha visto, sino transmitir el efecto que esa visión ha causado en él.

Esta insistencia en el “horror”, además de ilustrar sobre el efecto que el descubrimiento del asesinato del rey tiene en Macduff (su futuro vengador), a su vez alude a una atmósfera que da el tono a toda la tragedia, y que deriva menos de la calidad o cantidad de crímenes (de hecho hay varias tragedias de Shakespeare que superan en este punto a Macbeth) que de otro tipo de recursos, empezando por apertura con las weird sisters y su páramo, y siguiendo con la preferencia por la ambientación nocturna y el hecho de que en Macbeth permanentemente se habla del miedo y todas sus variantes.

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