Manos Milagrosas

En un patio se proyectó esta industria que da color a los autos

Esta firma elabora productos para el sector automotriz, arquitectónico e industrial. Fabrican 30 ítems de los 150 que venden. Esperan facturar USD 3,5 millones, en este año.

Holger Ramos B. / Redacción Guayaquil / LÍDERES

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Mario Faustos / LÍDERES

Una máquina mezcla los componentes para elaborar las pinturas automotrices en la planta de Pinturas Neira.

Una fábrica especializada en producir pintura automotriz, arquitectónica e industrial está casi terminada en el kilómetro 9½ de la vía a Daule, una zona industrial, en el norte de Guayaquil. Es la planta de la compañía Neirasolven que tuvo que ser erigida nuevamente, porque corría el riesgo de inundaciones en época lluviosa. Son 7 250 m² distribuidos en la planta y oficinas administrativas.

En la parte posterior se improvisó un área administrativa, hasta que las nuevas oficinas estén listas. Este es el centro de operaciones y producción de la empresa.

Su fundador, Kléber Neira, recuerda que creó la empresa para fabricar pinturas, solventes, removedores, diluyentes para la industria, en 1990. En ese año, no tenían la fábrica pero sí un local de 100 m², en el centro de Guayaquil. Tan solo tres personas laboraban en ese sitio.

Neira afirma que decidió ser productor para competir en el mercado. “Distribuíamos pinturas, pero con el ingreso de más competidores, los márgenes de rentabilidad cayeron”. En esa época, invirtieron USD 500 para comprar una máquina para elaborar anticorrosivos y luego, masillas automotrices, esmaltes, látex, etc.”.

El negoció creció y Neira adquirió un terreno de 500 m² en Mapasingue, en el norte, en 1994, y en el 2000, el espacio donde hoy está la planta. Este último terreno está avaluado en USD 140 000. La compañía se especializó en el sector automotriz, pero también importa pinturas a base de poliéster y poliuretano. Estas materias sustituyeron a las lacas acrílicas para los autos. La primera experiencia en la producción de pinturas fue en el 2005.

Wesley Neira, hijo del fundador, y gerente general de la compañía, comenta que los clientes conocen a la empresa desde hace más de tres décadas como Pinturas Neira. Estos productos se venden en cerca de 150 puestos de distribución de productos automotrices, en el país.

Es el caso de Comercial Solórzano, una distribuidora de pinturas en el centro de Cuenca. Su propietario, Carlos Solórzano, comenta que adquiere al menos 10 ítems de Pinturas Neira y tienen una relación comercial desde hace 10 años. “Tenemos buenas relaciones de trabajo”.

Esta opinión la comparte Wilson Estacio, de la Distribuidora Wilson, ubicada en el centro de Guayaquil. Dice que de Pinturas Neira compra toda la línea de pintura automotriz, diluyentes, desoxidantes... “No tenemos inconvenientes en la calidad de los productos y mantenemos una buena relación de negocios”.

El fundador comenta que las instalaciones actuales requirieron de una inversión de USD 480 000, que solventaron con préstamos bancarios y capital propio.

La nueva planta cuenta con las áreas de ingreso de materia prima, producción, despacho y administración. Para el fundador, la proyección es de triplicar las ventas en los próximos dos años. La facturación de la compañía llegaría a los USD 3,5 millones, a finales de este año.

Pinturas Neira elabora sus productos con materias producidas localmente como es el caso de los solventes y con la importación de resinas, aditivos y otros, de Brasil, Colombia, EE.UU. o Perú.

Para Neira, entre las estrategias de

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