Porque escuchar música clásica

Porque escuchar música clásica

Analizar la música clásica es sin duda buscar entre la historia diversidad de opiniones de en donde expertos dan su opinión ya sea buena o mala. En nuestro caso, no daremos como tal una opinión sino una recopilación de datos, investigaciones y más de variedad de sitios web, todos respaldados de fuentes fidedignas.

Tal vez lo primero que se te venga a la mente al escuchar “música clásica” sea el conjunto de instrumentos de viento, percusión y cuerdas interpretando piezas de Bach, Tchaikovsky o Vivaldi o quizás solo el sonido de violines, trompetas y chelos unidos  para hacer de acompañamiento a alguna escena de terror en una película o acto teatral. En general se define como música clásica a la creada por los años 1750 a 1820 durante la corriente conocida como “Clasicismo”. Algunos de sus exponentes fueron, en efecto,  Mozart, Haydn, Beethoven y  Joséph Lanz, por lo que no tenemos una idea tan equivocada del concepto música clásica.

Pero no hablemos de la corriente ni sus grandes compositores sino de los beneficios, beneficios que influyen en la salud, estados de ánimo y probabilidades de vida. *Nota. Nos referiremos como música clásica con la definición que todos conocemos, es decir, sin tomar muy en cuenta el periodo del “clasicismo”.

Escuchar una pieza maestra de los más grandes genios de la música de todos los tiempos, estimularía al cuerpo con su propia droga química cerebral, responsable de producir, por ejemplo, la sensación de placer sexual de la dopamina durante el acto sexual o la saciedad al comer. Así que ya sabes, oír spring waltz de Chopin puede satisfacer tu hambre.

Por otro lado, según una investigación publicada en The Journal of Surgery Cardiothoraic, escuchar música clásica u ópera tras un trasplante de corazón puede significar la diferencia entre el éxito y el fracaso, ya que han encontrado que la música reduce la ansiedad, el dolor y las nauseas, incluso afirman que podría haber algún efecto sobre el sistema nervioso parasimpático (una parte del sistema nervioso cuya función es controlar cosas inconscientes de nuestro cuerpo, como la digestión). Según la investigación, realizada con ratones que recibieron un trasplante cardíaco, la música clásica alargaba el tiempo de vida del trasplante antes de que fallara respecto a otros tipos de música, posiblemente mejorando el sistema inmune según los investigadores.

Un punto a favor mas atribuido a este género en pro a la salud es la influencia positiva de la música clásica en el tratamiento de algunas enfermedades. Pues existen varios desórdenes neurológicos que, si bien no tienen cura, utilizan la música como una forma de tratamiento: Alzheimer, enfermedad de Parkinson, síndrome de Tourette y diferentes formas de autismo.

Ahora bien, si tú eres una persona con problemas de presión arterial esto te interesa. Se ha llegado a la conclusión con estudios científicos (escáner de ondas cerebrales), que la música clásica produce beneficios tangibles en nuestro cuerpo. Una sesión diaria de música barroca relajante como Handel, Bach o Vivaldi, puede ayudarnos a atenuar el dolor o los estados de ansiedad extremos. En pacientes sometidos a biopsias, al escuchar a Bach, dio como resultado una disminución en los niveles de presión arterial y tensión muscular.

 En lo académico, la música clásica también juega un papel importante. La Universidad de Illinois en 2005, se encontraron pruebas de que escuchar música clásica mejoraba el aprendizaje del lenguaje, ya que podría fomentar el aprendizaje de gramática, vocabulario, mejorar la pronunciación y hasta ayudarnos a apreciar más la cultura. Posteriormente, otros estudios han apoyado estas conclusiones.  

Si tú eres una persona con la habilidad de tocar algún instrumento, prepárate ya que esta misma universidad afirma que tocar un instrumento puede mejorar la capacidad de aprender idiomas. Explica que las conexiones cerebrales que se producen cuando se toca un instrumento pueden ayudar en otras formas de comunicación como el habla, la lectura o la comprensión de otros idiomas.

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