Reporte del documental "Making Waves"

REPORTE

MAKING WAVES

Justo al empezar el documental “Making Waves”, se menciona una frase que dice que los seres humanos, aunque somos capaces de percibir el sonido, somos naturalmente inconscientes a él; podemos estar en algún lugar en silencio, pero realmente sigue habiendo sonido, muy en el fondo. Basta con poner atención a los detalles para darse cuenta de toda la variedad de sonidos que nos rodean en todo momento.

Estamos tan acostumbrados al ruido y a los sonidos que para nosotros pasan desapercibidos, pero en cuanto se detienen, podemos notar su ausencia inmediatamente. Pasa exactamente lo mismo con los medios de entretenimiento como las películas. En las películas, el sonido es la mitad de la historia, y muchas veces puede generar incluso un mayor impacto en la audiencia que la imagen.

Hay un balance ideal entre sonido e imagen que cuando se logra, es capaz de generar poderosas emociones en la audiencia. Lo que integra el sonido de una película es la combinación del sonido de las voces, foleys, ruido o ambiente, música, etc. Se hace una analogía respecto al balance de una orquesta sinfónica, todo está balanceado y en su lugar. Depende de la creatividad del encargado del diseño sonoro para saber lograr este balance y aprovechar los momentos de tensión y de relajación que se esperan de la película, al menos en cuanto a audio se refiere.

La edición de sonido o diseño de audio tiene una larga trayectoria que se podría remontar al año de 1926. Fue en esta fecha en la que se estrenó la película “Don Juan” por Warner Bros, la cual fue algo revolucionario debido a que era la primera vez que se podía ver un filme con una pista de audio sincronizada perfectamente con la imagen. Si bien esto se logró por medios un poco rudimentarios para nuestra época, en aquél entonces inspiró a toda una generación de cineastas a incluir sonido en sus películas, ya que, hasta ese entonces, las películas eran mudas.

Se inició todo un proceso para poder capturar el sonido e integrarlo a las películas. Antes, no se tenían que preocupar por el ruido de fondo, ya que lo único que capturaban era la imagen. Después, empezaron a comunicarse en los sets para que nadie hiciera ruido, y que las voces de los actores pudieran ser captadas lo mejor posible. Esto resultaba difícil ya que se tenían que esconder los micrófonos en algún lugar del set, y los actores eran posicionados estratégicamente para que su voz pudiera ser grabada lo suficientemente clara.

Aunque estaban limitados por la época y la tecnología disponible, la creatividad fue algo que nunca faltó. Cada vez se inventaban mejores procesos para capturar mejor los sonidos y hasta para el diseño de estos. Incluso se llegó a una etapa en la que importaba más enfatizar a la música que a los efectos de sonido. La música acompañaba cada escena y complementaba a la imagen para poder generar y transmitir el sentimiento deseado en la audiencia.

Años después, se empezó con la experimentación de sonido. Personas como John Cage, el cual daba conciertos de “música”, decía que cualquier ruido o sonido podía ser considerado y usado como música, algo que demostraba en dichos conciertos, generado sonido con diversos aparatos, desde simples utensilios de cocina, hasta pianos de cola. En el aspecto de las películas, Alfred Hitchcock dejó respirar a la industria del cine que estaba saturando a las películas con demasiada música. Hitchcock empleó el silencio como parte de su diseño sonoro, el cual ayudó a generar una mayor tensión y a que la audiencia se conectara mejor con los personajes o con lo que estaba sucediendo en escena.

Hubo una etapa en la que la música en vivo empezaba a tener predominancia, ocasionando el desempleo de muchos cineastas. En parte esto se debió a que se incorporó el sonido estéreo en la música con el lanzamiento del “Long Play”,

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