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Sor Juana Ines y la música

Lucy Gomez MendozaMonografía26 de Febrero de 2023

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VIDA

Sor Juana Inés de la Cruz nació en la hacienda de San Miguel Nepantla, Estado de México, el 12 de noviembre de 1648 bajo el nombre de Juana de Asbaje y Ramírez y  murió el 17 de abril de 1695. (Los años de nacimiento y muerte han sido discutidos, sin embargo, después de varios estudios se puede concluir que nació el 12 de noviembre de 1648, también se llegó a pensar durante mucho tiempo en la fecha de 1651). Hija de la criolla Isabel Ramírez de Santillana y el vizcaíno Pedro Manuel de Asbaje, tiempo después Asbaje desaparece de la vida de Isabel Ramírez y ella se une con Diego Ruiz Lozano.

Sor Juana se crió con su abuelo materno Pedro Ramírez en la hacienda de Panoayan, A los tres años Sor Juana ya sabía leer, a los siete pedía que la mandaran a estudiar a la Universidad y a los ocho escribió una loa para la fiesta de Corpus (Loa= expresión o discurso con que se alaban las cualidades o los méritos de una persona o una cosa).

Con la muerte de sus abuelos entre  1655 y 1657 la madre de Sor Juana toma a su cargo las haciendas que estos poseían. Después de los ocho años de edad Sor Juana se traslada a la capital en donde la recibe su tia María Ramírez, esposa del acaudalado Juan de Mata, ahí aprendió tareas femeninas, y por la misma época recibió sus primeras 20 lecciones de gramática latina con el bachiller Martín Olivas

Sor Juana cuenta en su “Carta respuesta a Sor Filotea de la Cruzleía”, que estudiaba mucho, y era tal su obstinación por aprender que llegó a recurrir al método de cortarse el cabello para poner como plazo que le volviera a crecer, para haber aprendido ya algo que deseaba.

Sor Juana leyó mucho durante toda su vida tanto autores clásicos romanos y griegos como españoles.

En 1664 Sor Juana ingresó a la corte como dama de compañía de la virreina, Leonor María Carreto, marquesa de Mancera. Entró al convento de San José de las Carmelitas Descalzas en 1667 pero salió de ahí a los tres meses, después ingresó a la  orden de las jerónimas, en el convento de Santa Paula, como novicia el 24 de febrero de 1669. En el convento, donde vivió lo que le quedaba de vida, Sor Juana Inés de la Cruz hizo oficios de contadora y archivista pero, se dedicó más al estudio y a la escritura. Estos fueron años en que sor Juana convivió fraternalmente con los marqueses de Mancera. Hacia el año de 1673 morirá la que fuera su protectora y mecenas, la marquesa de Mancera Leonor Carreto.

En el año de 1688 muere  su madre Isabel Ramírez. Para el año de 1695, el 17 de abril, muere como consecuencia de la epidemia que azotó al convento de Santa Paula el tifus y es sepultada en el coro bajo de la iglesia del templo de san Jerónimo

OBRA

En 1680 compone el Arco Triunfal del Neptuno alegórico de los virreyes recién llegados, los marqueses de la Laguna.

Con anterioridad a la publicación de sus obras completas, se habían editado ya algunos de sus villancicos en 1676 que continuarían hasta 1691. No sólo escribía poesía, ya que en el año de 1683 presenta en la cdmx la comedia ganadora de un certamen en el que salió ganadora titulado “Los empeños de una casa” la cual narra la historia de dos hermanos, don Pedro y doña Ana, que viven juntos en Toledo y ambos están enamorados de Leonor y Don Carlos (un desconocido) respectivamente. Doña Ana ha  dejado de amar a don Juan que, sin embargo, la ha seguido desde Madrid. Por otro lado, Leonor, que ama a don Carlos, es festejada a su vez por don Pedro; don Carlos, que ama a Leonor, es deseado por doña Ana, y ésta es amada por don Juan.

En 1689 gracias a la protección de la esposa del virrey, doña María Luisa Manrique de Lara, Condesa de Paredes,  se publica en Madrid, uno de los compendios más importante de toda su obra bajo el título “la Inundación Castálida de 1689”. En esta edición española se dan a conocer todos sus poemas escritos hasta ese momento entre los cuales se encontraban sus conocidos sonetos, romances, redondillas, endechas, liras entre otros géneros, sumándose el Arco Triunfal del Neptuno alegórico ya mencionado.

También escribió la comedia Amor es más laberinto estrenada en 1689 en colaboración con Juan de Guevara quien se encargó del acto segundo.

 Escribió tres autos sacramentales El cetro de José de carácter bíblico (en Madrid, 1692), El mártir del sacramento san Hermenegildo carácter histórico  en ese mismo año y El divino Narciso publicado en 1690 de carácter mitológico.

Sor Juana escribe, sólo un año después de la Inundación Castálida la  Carta Atenagórica de 1690, cuyo nombre original fue La crisis de un sermón en donde le contesta al padre portugués Antonio Vieyra que era un muy afamado teólogo de la época lo cual trae como consecuencia el enojo del obispo Fernández de Santa Cruz quien le aconseja que se dedique a los asuntos santos y no profanos finalmente el asunto termina con Sor Juana obligada a deshacerse de su biblioteca, sus instrumentos musicales y matemáticos y obligada a dedicarse exclusivamente al convento. Un año después Sor Juana publica en Puebla de los Ángeles los villancicos a Santa Catarina ex profesos para la catedral de Oaxaca.

Hacia el año de 1692 se publica el “Segundo volumen de las Obras de Sor Juana Inés de la Cruz” en Sevilla. Entre este año y el siguiente escribe sus  Enigmas para la Casa do placer de las monjas portuguesas.

Sor Juana y la Música.

En el año del nacimiento de Sor Juana la música en nueva España era una práctica común tanto de carácter profano como sacro. En México había excelentes compositores, destacaban aquellos que eran maestros de capilla de las grandes catedrales que en ese momento estaban en construcción, entre los más notables y contemporáneos de Sor Juana se encontraban Francisco Lopez y Capilla, Hernando Franco y Lazaro de Alamo. La música producida era mayormente vocal y los instrumentos en la mayoría de las ocasiones eran los acompañantes de los solistas o los grupos de cantantes. Sor Juana se convirtió en una coleccionista de instrumentos musicales, los cuales muchos escritores aseguran que sabía tocar, por ejemplo Francisco de Maza con su libro la arquitectura de monjas en donde dice que ella tocaba el órgano del convento de San Jerónimo, Oro ejemplo es el de Juan Manuel Lara en su articulo “La música en mexico en tiempos de sor Juana”en donde menciona que algunos de los mejores compositores de la época pusieron música a varios villancicos de sor Juana.

Se dice que Sor Juana Hizo un tratado de armonía musical llamado el caracol en el cual se emplearon cálculos pitagóricos desarrollados, por los rosacruces (Antigua orden)  renacentistas. Por otra parte Mario Lavista uno de los nombres mayores de la cultura latinoamericana de final de siglo, escribió algunas de sus especulaciones teórico-musicales de sor Juana sin embargo no este tratado no se ha encontrado. En él, si mal no me acuerdo,

¿Enseñar Música a un ángel?

¿Quién habrá que no se ría de que la rudeza humana las inteligencias rija?

Mas si he de hablar con la verdad,

es lo que yo, algunos días,

por divertir mis tristezas,

di en tener esa manía

y empecé a hacer un tratado,

para ver si reducía

a mayor facilidad

las reglas que andan escritas.

En él, si mal no recuerdo,

me parece que decía

que es una línea espiral,

no un círculo la armonía.

Y por razón de su forma,

revuelta sobre sí misma,

la intitulé Caracol,

porque esta revuelta hacía.

Pero esto está tan informe,

que no sólo es cosa indigna

de vuestras manos, más juzgo

que aún le desechan las mías (Titulo de su tratado de armonía)

porque esta revuelta hacía. Loaysa y Agurto fue durante mucho tiempo maestro de capilla de la Catedral Metropolitana de México y colaboró durante muchos años con sor Juana poniendo en metro músico varios  de sus ciclos de villancicos. Esto lo sabemos gracias a las impresiones sueltas de los villancicos en que se registra su nombre. Sin embargo, la investigación musicológica no ha encontrado hasta la fecha ninguna partitura de un compositor novohispano con texto de sor Juana.

Ya mencionados los villancicos algunos autores proponen la existencia de la música en los escritos de sor Juana por la naturaleza de estos mismos es decir “cantos de navidad”.

(Poema ejemplificando el conocimiento musical de Sor juana)

Silencio, atención,

que canta María!

Escuchen, atiendan,

que a su voz divina,

los vientos se paran

y el cielo se inclina.

Coplas

Hoy la maestra divina

de la capilla suprema

hace ostentación lucida

de su sin igual destreza.

Desde el ut del ecce ancilla,

por ser el más bajo empieza,

y subiendo más que el sol

al la de exaltata llega.

Propriedad es de natura,

que entre Dios y el hombre media,

y del cielo el b cuadrado

junta al b mol de la tierra.

B fa b mi, que juntando

...

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