Administracion de Tecnología

Administracion de Tecnología / Tu valor y tu precio

Por Enrique Canales

El Norte (30 Junio 2003).-

El valor proviene de la persona o del objeto y se dirige hacia el usuario; en cambio el precio proviene del usuario al comparar con otras alternativas disponibles

Ahora que andan por las calles muchos nuevos profesionistas recién egresados de los centros de estudios del país, grande ha de ser su decepción al darse cuenta que conseguirse un empleo es más difícil de lo que se imaginaron y luego, si existe por ahí un posible empleo, aumenta de seguro su decepción al ver el poco sueldo que les ofrecen. El choque y la frustración provienen de que ellos consideran que al recibirse "valen mucho" pues así les han dicho, sin embargo, el precio de sus servicios es muy bajo, y eso no es justo, según ellos porque no corresponde a lo que valen.

A jóvenes por recibirse, les he preguntado si saben la diferencia que existe entre valor y precio; por la expresión de sus rostros, me indican que no están seguros y si no están seguros, entonces no lo saben. La situación es grave, porque en lo personal tienes más posibilidades de aumentar tu valor casi hasta el límite de tu voluntad mientras por el contrario tienes pocas posibilidades de aumentar tu precio. Podrías conquistar tu valor, pero no podrás conquistar tu precio.

El valor tiene muchas definiciones, pero yo la definiría como "la fuente de los beneficios", es decir, valor es la "capacidad de hacer el bien". Una taza de café de cerámica tiene más valor si mantiene mejor el calor del café caliente. También tiene más valor si resiste que se caiga sin quebrarse. Sin embargo, el precio de esa misma taza de café tan supuestamente valiosa, depende de mil factores que no tienen poco que ver con su valor.

El valor proviene de la persona o del objeto y se dirige hacia el usuario; en cambio el precio proviene del usuario al comparar con otras alternativas disponibles. Entre más competidores tengas, más alternativas tiene tu cliente y por lo tanto, más presión tienes de aumentar el valor disminuyendo el costo y por lo tanto el precio que pudieras cobrar. Entonces el precio depende de tus competidores.

Por eso, al abrirse la frontera, aumentan los competidores y los precios tienden a bajar. El Tratado de Libre Comercio, no se hizo para beneficiar a los productores mexicanos o americanos, se hizo para beneficiar a los consumidores. Sin embargo, cuando los productores entienden que es necesario aumentar su valor con múltiples desarrollos, cosa que depende de ellos, al mismo tiempo que disminuir sus costos, entonces estos productores sobrevivientes terminan con mucha más capacidad y fuerza que antes.

El valor entonces es algo que va desde lo interno hacia lo externo, mientras el precio existe en lo externo. El precio no tiene nada que ver con el costo. Si un fabricante chino produce tazas de cerámica muy baratas y muy parecidas a mis tazas el precio bajará. ¿Entonces qué hago? Pues utilizar el cerebro y tratar de subir el valor y bajar radicalmente el costo con nuevos procesos y diseños. Hay que aprender a cuestionar todo: ¿para qué meterle agua al proceso de cerámica si después se la tengo que evaporar con energía?

Pero, al mismo tiempo debo pensar en el valor de lo que produzco para no dejar caer tanto el precio. Podría tratar de aumentar el valor de mi taza aumentando sus beneficios; a lo mejor se le puede diseñar para el automóvil, o ponerle una tapa especial para usarla de salsera y guardarla en el refrigerador, ensamblarse como las muñecas rusas o podría controlarse la temperatura del café desde la computadora de forma inalámbrica, en fin.

El tamaño de tu voluntad y el tamaño de tu sagrada ambición son los límites del valor que tú puedes aportar. La voluntad la necesitas para aumentar tus conocimientos

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