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Enviado por   •  19 de Octubre de 2013  •  2.424 Palabras (10 Páginas)  •  242 Visitas

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Adam Smith (1723-1790): La mano invisible y las virtudes de la división del trabajo

Para resumir, digamos que Smith imaginó la noción de mano invisible, metáfora que se aplica al

funcionamiento de una entidad considerada autónoma y auto-determinada: el mercado.

Si bien el libro de Adam Smith es un

trabajo de gran erudición y difícil lectura, es relativamente fácil extraer y comprender sus principios de

base3. Sus palabras claves son competencia y libre mercado:

Las leyes que regulan precios y salarios se aplican igualmente a la demografía: en este caso, la obrera.

De acuerdo a Smith, si el alza de los salarios estimula la natalidad -al menos, si favorece la posibilidad de

criar más niños por más tiempo -, también hace aumentar el número de quienes demandan empleo.

Mas, inexorablemente, la ley del juego de la oferta y la demanda se impone y, bajando los salarios,

disminuye la capacidad de alimentar a tantos niños. A continuación, ocurre una disminución de la

cantera de la población obrera hasta un nuevo repunte de la oferta de empleo, y así sucesivamente.

Esto es lo que suele llamarse "la utopía de la competencia libre y perfecta". Sin embargo, en tiempos de

Adam Smith, como también lo subraya Heilbroner, todo ello distaba de ser lo ingenuo que parece,

considerando que la mortalidad infantil en el mundo obrero y campesino era sumamente elevada y

sensible a la mínima mejora en el nivel de vida.

,,,,No obstante, nuestro actual interés no es tanto conocer al detalle los mecanismos de la regulación

económica señalados por Smith, sino detenernos en sus consecuencias en el mundo comercial y de los

empresarios de la época, entonces en apogeo. Es ahí que la expresión "mundo maravilloso" adquiere

todo su sentido: el mercado, autorregulador, y la mano invisible, implacable componedora de entuertos,

por su naturaleza de apoyo al "laisser-faire" y de legitimación de la satisfacción de los egoísmos

individualistas, eran una coartada extraordinaria, un parabrisas milagroso y una permanente absolución

a toda práctica más o menos tortuosa a la que fuera posible recurrir con el fin de enriquecerse4. Tan

sólo la mano invisible sería responsable de que unos se hagan de fortunas colosales, mientras que otros

se arruinen o se hundan aun más en la miseria

…el "mercado"

equilibrará el todo. Se trata también de un fortalecimiento -si no de un fundamento- de la concepción

de una "naturaleza humana" ávida de ganancias, de poderes y de potencia, explícita o implícitamente

presente en muchos libros de administración7, y que Taylor ayudaría a postular -seguramente, pese a sí

mismo- sin reparos, más de un siglo después.

…..Según Smith, estas virtudes son, esencial y

abreviadamente, las siguientes:

- la aceleración de la producción y la ganancia de tiempo,

- el incremento de habilidades,

- el mejoramiento de la capacidad de innovar9.

….Charles Babbage (1792-1871): El menor costo del trabajo subdividido

Incluso en términos cronológicos, podría decirse que Babbage es un nexo entre Smith y Taylor: nació

dos años después de la muerte del primero y falleció cuando Taylor tenía quince años.

Profesor de matemáticas, tuvo también su época de economista. Se interesó en lo que debían hacer las

personas que desearan llegar a ser "maestros manufactureros" y poder vender rentablemente su

mercadería, gracias a un costo de producción tan bajo como fuera posible11. A grandes rasgos, Babbage

sigue siendo absolutamente smithiano, pues intenta hallar los medios de bajar los costos; recordemos

que, según Smith, la competencia presiona los precios a la baja, llegándose únicamente a producir a

menor costo, si se quiere vender menos caro y al mismo tiempo evitar pérdidas. En un libro titulado On

the Economy of Machinery and Manufactures, aparentemente publicado por primera vez en 1832,

Babbage expuso su razonamiento12.

este principio partía de la clara preocupación por saber cómo podría un fabricante abaratar sus costos

mediante el decremento de los salarios pagados. Fue sólo indirectamente que ello se evidenció como

un principio de productividad a través de la división del trabajo. Este matiz es importante pues, aun si

Babbage efectivamente habla de la organización global del conjunto del sistema de la manufactura, su

argumento enfoca principalmente la necesidad de comprar la exacta cantidad y calidad del trabajo

necesario para cada tarea precisa que permita una mayor subdivisión del trabajo: fuerza física para la

primera, destreza para la segunda, habilidad y precisión para la tercera.

He aquí cómo lo expresa Babbage:

"El maestro de una manufactura, al dividir el trabajo para que éste sea ejecutado en

diferentes operaciones que exigen diferentes grados de concentración o de fuerza,

puede comprar exactamente

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