Alianzas Interempresariales: Una Aventura Retadora

Alianzas Interempresariales: Una Aventura Retadora

Z.B.Laguna.

Quedaron atrás los años donde se pensaba que las empresas tenían que crecer a toda costa para poder sobrevivir y así evitar su desaparición. Este pensamiento lo respaldaban las grandes empresas que tenían más posibilidades de liderar un cierto segmento en el mercado y para evitar ser absorbidos por las grandes multinacionales. Sin embargo, no solo se trata de crecer, hay que saber crecer bien y de manera planificada, porque una expansión mal planificada puede conducir al fracaso debido a los problemas de financiamiento, insuficiencia de recursos, malos manejos logísticos, falta de experiencia en la gestión de cadenas de suministros y escasez de talento humano, entre otros. Las empresas necesitan directivos preparados, estrategias de crecimiento y dirección, aperturar nuevos mercados, buscar aliados estratégicos para romper barreras y lograr posicionamiento y en competitividad en el mercado. Las alianzas se han convertido en una llave fundamental para conducir a un grupo de empresas al camino del éxito. Ello no se logra en un corto plazo; las alianzas no se constituyen de noche a la mañana. Una mala elección del compañero de viaje puede traer consecuencias negativas para ambas partes, por ello es importante conocer bien al socio o socios y establecer las reglas de juego considerando las debilidades, fortalezas y amenazas del entorno. Las reglas de juego se traducen en acuerdos comerciales, recursos necesarios, mercado objetivo y de objetivos comunes. Todo esto, sin perder autonomía organizacional cada miembro de la alianza.

En la actualidad, las alianzas interempresariales ocupan un lugar importante en los diferentes sectores del comercio nacional e internacional; los principales actores de las alianzas son los socios quienes trabajan en cooperación uniendo fuerzas para lograr generar confianza, solidez y un estrecho lazo comercial que permita alcanzar el logro de objetivos comunes. Por ello, es importante formar bases sólidas entre los socios que aseguren el éxito de las alianzas duraderas.

El presente ensayo busca demostrar la importancia de los principales pilares básicos para que una alianza interempresarial sea exitosa y sostenible en el tiempo, logrando resultados fructíferos para ambas partes. Para ello se presentarán los conceptos de alianzas interempresariales y socios, seguido de ello se explicará los principales pilares básicos que influyen directamente en el desempeño de las alianzas interempresariales, luego se presentaran los conceptos de éxito y sostenibilidad, y finalmente, se mencionarán las ventajas y desventajas de trabajar en una alianza intempresarial.

La alianza interempresarial es una sociedad de miembros que unen esfuerzos para colaborar entre las organizaciones; muchas veces estas alianzas no requieren tener planes estratégicos grandiosos pero funcionan como vehículos para cumplir con la misión de cada uno de sus miembros, lo cual es considerado como parte central de la estrategia que les permite extraer el máximo beneficio de las colaboraciones conjuntas; la compatibilidad de los valores institucionales no siempre son completamente congruentes, sin embargo, estas diferencias deben encontrarse dentro de los límites aceptables para no poner en riesgo la cooperación y el crecimiento sostenible. Cuanto más fuerte son los lazos de confianza entre los miembros, darán lugar a una adaptación más profunda creando un efecto multiplicador del capital social que son señales de una excelente alianza interempresarial (Austin, 2003).

Para Sainz de Vicuña (2014), las alianzas interemprariales son acuerdos constituidos por empresas en repuesta a las demandas y exigencias del nuevo escenario. Las empresas buscan incorporar las alianzas como parte de la estrategía a seguir para tener éxito y lograr una ventaja competitiva de crecimiento y globalizacion en los mercados. En efecto, tiene mucho sentido cuando los intereses de los socios buscan expandirse en nuevos mercados con distintos entornos económicos, políticos, legales y socioculturales. Una forma de reducir parte del riesgo de la inversión es unir fuerzas compartiendo recursos, tecnología, conocimiento, gestiones logísticas y fortaleciendo el talento humano. Aunque crear alianzas interempresariales no es lo más complejo, lo realmente complicado es lograr alcanzar los objetivos esperados y que satisfagan las expectativas de los socios. Con el paso del tiempo, el 80% de las alianzas enfrentan etapas muy duras donde muchos de ellos, terminan siendo desleales entre los miembros. Aunque la mayoría de las alianzas suelen tener fecha de término y acuerdos fijados inicialmente que los ampara a ambas partes, el éxito de la misma requiere de una estrecha confianza y las buenas relaciones entre los socios.  

Los socios son los principales actores de una alianza interempresarial. Por ello, es importante los primeros contactos entre ellos durante las primeras etapas de creación de la alianza interempresarial. Una de las razones en la que se basa el fracaso de una alianza estratégica en su etapa de creación es la inadecuada selección del socio, que representa el 23% de los fracasos. Los socios necesitan estar convencidos de la conveniencia de una alianza interempresarial, porque el éxito de la misma se basa en la confianza entre los miembros. Por tanto, las personas con sus sentimientos, motivaciones y conocimientos se convierten en elemento clave en la generación de valor en la alianza interempresarial ( Sainz de Vicuña, 2014).        

Uno de los principales pilares básicos en las alianzas interempresariales son los acuerdos comerciales pactados durante el proceso de creación de las alianzas, los acuerdos comerciales varían de acuerdo al tamaño y complejidad del giro de negocio de las empresas. La negociación de los acuerdos comerciales tiene como objetivo buscar oportunidades de inversión, desarrollo económico y acceso a los mercados sin barreras.  Las decisiones de dirección de las alianzas se rigen estrictamente en el cumplimiento de los acuerdos comerciales. Sin embargo, los contratos son renegociados de acuerdo a los factores que influyen durante su funcionamiento; como los cambios estratégicos, cambio en el entorno político, legal, económico y sociocultural. Actualmente, el proceso de globalización llevó a un grupo de empresas, instituciones y países a cambiar la visión de la logística; este pasó de ser considerado una actividad complementaria a una estrategia fundamental en el comercio internacional, sí se quiere ser competitivo y se busca posicionamiento de bienes y servicios en un mercado global. Los acuerdos comerciales son fundamentales en el intercambio comercial, convirtiéndose en la columna vertebral de una alianza y la logística actúa como un instrumento clave para apoyar los mecanismos de transporte en el intercambio comercial.

Los acuerdos comerciales se clasifican en cuatro según la profundidad de la integración: área de libre comercio, unión aduanera, mercado común y unión económica. Si el acuerdo comercial busca únicamente la eliminación de las barreras arancelarias y no arancelarias entonces nos referimos solamente al área de libre comercio y unión aduanera. Si a esto, se le añade el libre tránsito de personas, de bienes y servicios nos encontramos frente a un mercado común donde prima la igualdad de condiciones. Si además de lo anterior se logra la concordancia de la integración de las políticas económicas, tributarias y cambiarias, estamos hablando de una unión económica entre los miembros. En efecto, cada miembro mantiene sus propios aranceles frente a terceros que no forman parte de la alianza (Ramírez, 2015).

Los acuerdos comerciales entre un grupo de países buscan la integración económica eliminando las barreras económicas entre sí, con la finalidad de lograr beneficios para los miembros de la comunicad frente a los demás países; por ejemplo en la región de América Latina surge la alianza del Pacífico conformada por Perú, Colombia y México. Iniciativa liderada por Perú ante la falta de un bloque comercial, político y económico para la zona geográfica del Océano Pacifico. El objetivo de esta alianza es lograr una integración global que permite el crecimiento en libre circulación de bienes, servicios, capitales y personas (García, 2013).

La Alianza del Pacífico considera las características similares entre sus miembros en cuanto a las políticas de estado, apertura a la inversión extranjera, su estrategia comercial y política, con el bloque Asia-Pacífico (Fernández de Soto, 2015).

La Alianza del Pacífico integra las economías a través de las bolsas de valores y el mercado de capitales, es decir la libre compra y venta de acciones de empresas en circulación, esto es el futuro más prometedor de esta alianza.  Se han formado más de 780 empresas cotizadas, convirtiéndose en el mayor mercado de valores en América Latina, generando mayor interés y liquidez en las empresas. La alianza alcanza el 50% del comercio y atrae el 45% de la inversión extranjera en toda América Latina (Fernández de Soto, 2015).  

Conducir un bloque económico con más de la mitad del comercio en la región de América Latina, permite ser atractivo hacia otros bloques con mayor estabilidad económica y direccionar esfuerzos hacia otro continente como lo es Asia. Contraer una alianza ante bloques económicos con diferentes culturas es un punto a favor para desarrollar una inserción internacional a través del libre comercio, todo ello busca que la alianza sea más competitiva a nivel región. Por ello, es importante contar con un bloque económico sólido para afrontar oportunidades de crecimiento, sus miembros impactan positivamente en la economía de la región con grandes estímulos de negociación hacia los inversionistas.

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