La Aventura

La aventura de ser maestro

El autor de “la aventura de ser maestro” hace una clara retrospectiva sobre la labor del docente en general a todos los niveles. La mayoría de los docentes comparten la ansiedad manifestada por el autor, quizás no solo al inicio de su carrera sino durante todo el transcurso de su vida como docentes, sobre todo en estos tiempos donde es tan necesario el mantenerse informados y vigentes, ya que los avances tecnológicos dan pasos agigantados día con día, lo que impone al docente a conservar un mínimo nivel de vigencia actualizada, es decir, debe al menos estar enterado de las novedades más trascendentes del momento.

Si el docente no aplica un criterio de actualización corre el riesgo de que al desarrollar su labor frente a grupo, el ejercicio de ensayo y error propuesto por el autor del texto analizado, se cargue más hacia el lado del error, ya que en la actualidad los alumnos están imbuidos en la tecnología de la información, lo cual hace que el bombardeo de información al que están sometido cause dudas y confusión con respecto a los posibles conocimientos académicos que puede adquirir en las aulas de aprendizaje.

El docente debe estar preparado no solo en el aspecto de los conocimientos académicos, los cuales deben ser actuales y vigentes, sino que también debe estar preparado para en su momento ejercer las funciones de orientador, no solo académico, sino formativo, para esto el docente debe estar seguro de su identidad profesional y sobre todo estar seguro de su vocación docente, ya que esto tiende a crear un conflicto en cuanto a intereses, debido a que si el docente pretende como objetivo el aplicar y desarrollar su profesión, la ocupación de docente tiende a ser una actividad pasajera, la cual al no generar un interés verdadero tiende a desvirtuarse, lo cual se refleja en un bajo desempeño del docente frente a grupo. El no estar vigente y actualizado hace que el docente no sienta la confianza necesaria para establecer el proceso de comunicación e interacción frente al grupo, esa falta de confianza suele manifestarse como una relajación de la disciplina.

Toda esta problemática debe ser afrontada por el docente basado sobre todo en una vocación de servicio hacia los jóvenes y hacia la comunidad, en una voluntad de aprender día con día, tomando en consideración el ensayo y error que todos los días esta tan vigente y presente, esgrimiendo la premisa de que todo en esta vida es experiencia, y que todas las experiencias, buenas o malas, enriquecen nuestra vida. Es una labor ardua y azarosa la que desarrolla el docente en los distintos ámbitos de su trabajo, sin embargo, el orgullo que puede llegarse a sentir ante la satisfacción de la labor cumplida compensa con creces todas las dificultades y vicisitudes que puedan presentarse en el transcurso del proceso de enseñanza – aprendizaje entre el maestro y sus alumnos.

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