Bienestar Como Deber Empresarial

I.- En el texto “Beneficios de aplicar políticas de responsabilidad social empresarial” podemos dar cuenta de la exposición de un problema que ha ido tomando cada vez más peso dentro del interés colectivo. Desde la globalización económica, que tuvo su auge en la década de los ochenta, comenzó, a sí mismo, una globalización del problema económico, produciendo una relación de causa y efecto mundial en cuanto a las políticas económicas aplicadas en los países que poseen tratados internacionales en el mundo y a las decisiones comerciales de las empresas multinacionales. Las modificaciones que esta globalización produjo en la organización económica mundial tuvo consecuencias por provocar, cito a los autores, “una crisis general del desempleo” considerada como la consecuencia más negativa del fallido sistema neoliberal.

El cuestionable nivel de bienestar que la población posee a causa de esto ha llevado a reconsiderar el papel de las empresas dentro de la sociedad, proponiendo como solución una necesidad radical de cambio aplicada en los países capitalistas como norma desde el 2010 llamada “Sistema de Responsabilidad Social Empresarial” en donde los empresarios deben tener una participación valórica dentro de la sociedad que ayude a la estabilidad de ésta y a su desarrollo económico.

Quiero destacar el hecho descrito por el autor que toda empresa es un ente social que como tal posee deberes y obligaciones, tanto interna como externamente.

II.- Comparto con el texto de Prieto y García, la idea de que las empresas poseen una responsabilidad social que debe ser objetivamente legislada, asegurada y regulada por un ente estatal que posea las potestades para hacer efectiva tal responsabilidad y que no solo dependiese de la imagen que la empresa quiera promover dentro de la población en relación a sus principios sociales, sin mayor efecto que el que ellas quisieran darle. Aunque mi posición no es de crítica contra el desarrollo económico, pues comprendo que este es necesario para el desarrollo de una sociedad de bienestar, es aquí donde encuentro el problema. La mayoría de las empresas no aplican sus métodos económicos para que este bienestar social se produzca, puesto que el único motivo que poseen para su accionar es el interés en las ganancias y el propio desarrollo de la empresa a través de la rentabilidad económica. No reflexionan sobre el impacto medioambiental que tienen sus decisiones de producción ni sobre la salud ni seguridad de sus trabajadores; lo profundo del problema es el tener que cambiar un pensamiento intrínseco del hombre, que es pensar en el bien propio, por uno que abarque el bien común de los pobladores. Es este el problema pues insertar en los líderes empresariales valores morales y proponerles un actuar ético es subjetivo, depende de la cultura y la propia idea que se tenga sobre estos aspectos, y su solución está más basada en el propio convencimiento del empresario más que en una correcta legislación.

Si bien hay una conciencia social que presiona a los empresarios a actuar y tomar sus decisiones en base a principios éticos y el respeto por valores humanos, concuerdo en que no existe motivo alguno para que este cambio de comportamiento no se realice en nuestro presente, tenemos claro que el cambio no generara resultados inmediatos pues es un proceso que requiere tiempo en el que se debe modificar no solo el pensamiento, si no también hay que ordenar los factores externos para que se tenga el resultado que todos esperamos. Pero que se inicie hoy el proceso a esta nueva cultura empresarial nos da la certeza que en un futuro próximo no habrán más empresario preocupados de las ganancias sin importar nada más que empresarios humanizados con preocupación por el bienestar de sus trabajadores y el respeto por el medioambiente.

III.- Por ultimo quisiera recalcar que la regularización a esta acción integral de

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