COMO EXPONER Y VENDER UNA IDEA O PROYECTO

COMO EXPONER Y VENDER UNA IDEA O PROYECTO

A menudo la dinámica de los negocios hace que tengamos que vender nuestra idea en muy poco tiempo.

La primera impresión es la que cuenta, consiguiendo con ello comprar tiempo para exponer nuestro proyecto o idea.

Los elementos que interviene en una conversación cara a cara para la transmisión del mensaje son la palabra, el discurso solo supone el 7 %, en cambio los elementos visuales representan el 55 % (imagen, lenguaje corporal); El 38 % restante se reserva a los elementos vocales, tono, inflexión.

El discurso tiene que estar bien preparado ya que no sabemos cuándo va a aparecer la ocasión; no debe durar más de cinco minutos. En el arranque hay que llamar la atención planteando el binomio problema versus solución: formulando un problema, dando cifras significativas, contando una anécdota histórica.

1- Hay que identificar la oportunidad para exponer nuestras ideas.

2- Hay que confiar en la idea que se presenta: el entusiasmo transmite pasión y confianza en lo que decimos.

3- Hay que adoptar una actitud positiva y entusiasta.

4- Hay que preparar replicas, contrarréplicas y argumentos: evitar caer en provocaciones. El entusiasmo y credibilidad se transmiten a través de la comunicación no verbal, el contacto visual: mirar a los ojos, en el centro, expresividad con las manos, movimientos abiertos, mostrando naturalidad, seguridad y fuerza.

5- El volumen de la vos debe ser potente con una entonación y velocidad media, equilibrada; esta armonización genera credibilidad, empatía.

6- La indumentaria se debe adecuar al auditorio; tanto si se va a intentar convencer a un cliente o a un inversor hay que ofrecer una imagen de prestigio.

Con ello generamos en el interlocutor una inquietud positiva y a partir de ahí intentamos ofrecerle una respuesta, para lo cual hay que recurrir a una pregunta para posteriormente responderla.

Debemos tener claro cuál es nuestra misión: Que hacemos, Como lo hacemos, y Porque lo hacemos.

Hay que buscar un lema que defina nuestra esencia y es el que tiene que servir de arranque de la exposición; con ello suscitamos en el otro la necesidad que nos haga una pregunta y este es el momento donde conseguimos que nos presten atención.

Tenemos que preparar un primer sumario ejecutivo que exponga nuestro proyecto como si estuviésemos contando una historia donde se incluya como se ha creado la idea, como se desarrolla, presentación del equipo y estrategia para desarrollar la idea.

Una vez realizado este sumario hay que extraer las ideas esenciales de cada uno de los puntos para que podamos exponerlos de forma atractiva, simple, entendible, contagioso y estimulante.

Todo discurso debe contener tres elementos: que vendemos, a quien vendemos y como lo vendemos. La idea debe quedar muy clara, la necesidad he de ser muy evidente y la solución lógica e irrefutable: identificar la actividad a la que nos dedicamos y comentaremos algunos de los productos o servicios que el interlocutor pueda conocer.

Identificaremos que está detrás de la idea y quién la va a poner en marcha, presentando al equipo perfecto y con experiencia, formación y preparación en este campo.

Es importante dejar claro cuál es el mercado en el que nos movemos y cuáles son las ventajas competitivas que ofrecemos, relacionando nuestra presencia en el mercado, los logros conseguidos, los proyectos futuros y quien es nuestra competencia.

Utilizaremos un lenguaje positivo donde aparezcan conceptos como “beneficio futuro”, “incremento”, “rentabilidad”, “ampliación”, usando expresiones de tipo de riesgo, rentabilidad, sostenibilidad, sinergias, competencia.

Hay que preparar un discurso, de 60 segundos y entre 150 y 220 palabras,

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