Crisis Economica Argentina

La actividad económica en 1999 disminuyó un 3% de acuerdo con las estimaciones del PIB, cerrando uno de los años más difíciles de la década en materia económica para la Argentina. Luego de la prolongada recesión iniciada a partir del tercer trimestre de 1998 con la crisis financiera de Rusia, el nivel de actividad económica del país encontró su piso entre el segundo y el tercer trimestre de 1999 y registró a partir de allí una importante recuperación. En términos desestacionalizados, el PIB del cuarto trimestre creció cerca de 2% respecto del trimestre anterior. De esta manera se cerró un período recesivo que resultó más prolongado aunque de menor profundidad que el de 1995, conocido como "tequila", si se comparan las variaciones trimestrales desestacionalizadas.

En la reversión de la última fase recesiva del ciclo influyeron los mismos factores que en un principio se habían presentado desfavorables. Entre ellos, se destacó la mejora del contexto externo (recuperación de la economía mundial incluida la de los países vecinos con paulatino retorno del flujo de capitales hacia países emergentes y una mejora en los precios de los commodities), conjugada con la menor incertidumbre después del resultado de las elecciones nacionales que tuvieron lugar en octubre.

Como consecuencia de la caída del PIB, durante 1999 la recaudación tributaria mostró un sensible repliegue, lo cual, sumado al mayor gasto en intereses de la deuda como consecuencia de las mayores tasas de interés internacionales, dio lugar a un fuerte deterioro de las finanzas públicas. De tal manera, el déficit del gobierno federal aumentó a 2,5% del PIB (no obstante haber contado con ingresos extraordinarios por 0,6% del PIB), duplicando el déficit de 1998. Por su parte, la deuda neta del sector público consolidado aumentó hasta un monto estimado en 45,7% del PBI en 1999. Aunque este nivel no es especialmente alto en comparación con otras economías emergentes, el rápido crecimiento de la deuda en los últimos años es motivo de preocupación.

Pero más preocupante era el panorama para el año 2000. Aun aceptando un crecimiento del PIB nominal del orden del 5%, el déficit fiscal de la Nación presupuestado habría superado los $ 9.000 millones, cifra cercana al 3% del PIB, totalmente inaceptable en términos de la Ley de Responsabilidad Fiscal sancionada el año último. Esto dio lugar a que en diciembre se haya establecido un paquete de medidas impositivas con mínimo impacto en los grupos de menores ingresos, y de recorte del gasto público primario. Un resumen de las medidas impositivas fue descripto en el Informe Económico N° 31, en el capítulo Finanzas Públicas.

Es importante señalar que estas medidas han sido acompañadas de un acuerdo con las provincias en virtud del cual las transferencias federales a ellas en 2000 y 2001 se fijan en niveles inferiores a los que resultarían de la aplicación de las normas vigentes conforme al régimen de coparticipación de ingresos (y en el que se especifican además otros compromisos con respecto a la reducción del gasto de las provincias).

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