Eficiencia De Pareto

Eficiencia de Pareto.

La situación económica es eficiente en el sentido de Pareto si no es posible mejorar el bienestar de una persona sin empeorar el de alguna otra. La eficiencia en el sentido de Pareto es deseable, pero la eficiencia no es el único objetivo de la política económica. Por ejemplo, la eficiencia apenas guarda relación con la distribución de la renta o de la justicia económica.

Aun así, es un objetivo importante, por lo que merece la pena preguntarse en qué medida un mercado competitivo es eficiente en el sentido de Pareto. Un mercado competitivo, como cualquier mecanismo económico, tiene que determinar dos cosas: cuánto se produce y quién lo recibe. Determina la cantidad que se produce basándose en lo que se está dispuesto a pagar por el bien en comparación con lo que se debe cobrar para ofrecerlo.

Por ejemplo, si la abolición de los derechos monopolísticos de una empresa sobre la venta de azúcar generase dos millones de pesos adicionales en el producto nacional, a un costo para la empresa de un millón de pesos y se compensase a esta con un millón de pesos por la pérdida del monopolio, entonces este cambio seria una mejora Pareto.

El sistema económico es eficiente según Pareto cuando no se puede hacer ninguna mejora.

Eficiencia de Kaldor-Hicks.

La eficiencia de Kaldor-Hicks es lo mismo, pero no requiere que se pague una compensación, si no meramente que, en principio, se pueda pagar. En nuestro ejemplo, la abolición del monopolio de azúcar seria una mejora Kaldor-Hicks aún sin pagar la compensación.

Se considera que tanto el criterio de Pareto y como el de Kaldor-Hicks son valiosas medidas de la eficiencia de una economía y las mejoras contra estos criterios tienden al beneficio general. En la práctica, el criterio de Kaldor-Hicks es el que se usa más frecuentemente.

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