El acuerdo de libre comercio

Tratado de libre comercio (TLC)

Es un acuerdo mediante el cual dos o más países reglamentan de manera comprehensiva sus relaciones comerciales, con el fin de incrementar los flujos de comercio e inversión y, por esa vía, su nivel de desarrollo económico y social.

Un Tratado de Libre Comercio es un acuerdo comercial, regional o bilateral, que busca ampliar el mercado de bienes y servicios entre los países que hacen parte del mismo. De esta forma, se eliminan o rebajan de forma sustancial los aranceles de los bienes acordados entre las partes y los acuerdos en materia de servicios. Estos acuerdos se rigen por las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) o por un acuerdo mutuo entre los países.

Es necesario tener en cuenta que un Tratado de Libre Comercio no lleva necesariamente a una integración económica, social y política como se da por ejemplo en el caso de la Unión Europea y la Comunidad Andina, donde además de fomentar el intercambio comercial, existen cláusulas de política fiscal y movimiento de personas y organismos políticos comunes, elementos que no existen en un TLC.

Sin embargo, estos Tratados cuentan con normas y procedimientos que buscan garantizar que el flujo de bienes, servicios e inversiones entre los países participantes se puedan dar sin restricciones injustificadas y bajo condiciones transparentes. Se fomenta además la existencia de condiciones de justa competencia y se protegen los derechos de propiedad intelectual.

Estos Tratados se basan en principios fundamentales de transparencia, tratamiento nacional y tratamiento como nación más favorecida para así facilitar el movimiento de los bienes y servicios a través de las fronteras, ofrecer la protección y vigilancia necesaria para garantizar que se cumplan los derechos de propiedad intelectual y adoptar los procedimientos internos necesarios para permitir la aplicación y la implementación del Tratado en los países participantes.

Son importantes pues ayudan a garantizar el acceso de nuestros productos a mercados externos de forma más fácil y sin barreras. Permiten además que aumente la comercialización de productos nacionales, la generación de empleo, la modernización del aparato productivo, una mejoría en el bienestar de la población y que se promueva la creación de nuevas empresas por parte de inversionistas tanto nacionales como extranjeros. Otra ventaja es que baja el precio que deben pagar los consumidores por aquellos productos que son producidos en el país.

Uno de los puntos más importantes, es el hecho de que el conocimiento y los avances tecnológicos son el motor de crecimiento de las economías modernas. Por esta razón, la propiedad intelectual es según muchos, el núcleo de las negociaciones de los TLC. Es necesario transferir la tecnología en condiciones apropiadas, asegurar la preservación de los recursos naturales y proteger los derechos de autor.

Un Tratado de Libre Comercio busca entonces dar ventaja comercial a los países que hacen parte del mismo y fomentar el crecimiento económico y la situación social de estos. Así, la eliminación o rebaja de los aranceles es una parte importante del acuerdo. Sin embargo, es necesario tener en cuenta que los beneficios comerciales no pueden opacar la importancia que se le debe dar a la protección del conocimiento y de los avances tecnológicos, el motor de crecimiento de un país.

Cuáles son las ventajas de haber firmado este TLC: Aún es muy pronto para evaluar las ventajas o dificultades derivadas de la firma del Tratado, sin embargo es posible hacer un balance general de acuerdo con las proyecciones de los especialistas en comercio internacional:

• Aumento y aceleración del crecimiento económico derivado del mayor flujo de capital.

• Incremento de las exportaciones, especialmente las de productos y servicios que no eran considerados antes como “tradicionales” en el mercado.

• Aumento de la competitividad de la industria nacional derivado del acceso a nuevas tecnologías, materias primas y conocimientos provenientes del otro país a menores costos.

• Estabilidad del mercado laboral en el sector industrial, en la medida que las empresas requerirán su planta de personal para producir los bienes

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