Estrategias De Colocación Laboral
ELAMORNOEXISTE29 de Junio de 2014
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Ahora que la sociedad contemporánea depende tanto de las nuevas tecnologías, nadie puede predecir qué efecto tendrán éstas en los mercados mundiales -toda vez que es ya imperativo pensar en términos planetarios. La competencia globalizada exigirá, de ahora en más, trabajadores con características tales como inteligencia social y emocional, adaptabilidad, flexibilidad, desempeño y performance A1, logros, capacidad de comunicación... En otras palabras, agentes de cambio en un mundo de cambios.
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Pero no basta con tener estas cualidades. Lo esencial es saber venderlas a través de una bien construida imagen personal: mostrarlas a los demás destacando, sin engañar, nuestros puntos fuertes. Antes de ello, es indispensable conocerse uno mismo -qué puedo ofrecerle a la empresa (conocimientos, experiencia, habilidades personales), cuál es mi proyecto profesional, en qué tipo de empresa quiero trabajar, etc. También es vital tener una idea del escenario del mercado laboral: cuáles son los sectores con más oferta de empleo, qué requieren las empresas, qué salarios ofrecen.
El primer paso para venderse con éxito es construir una imagen personal sin cambiar tendenciosamente nuestra personalidad. Esta imagen la creamos a partir de todos los elementos de comunicación que nos rodean de continuo: la forma en que vestimos, en que hablamos, en que miramos, escribimos, gesticulamos y actuamos. Todo esto debe combinarse de forma coherente. La propia imagen, entonces, se construye poco a poco, pero empieza con los detalles. No obstante, por más que cuidemos esta imagen nuestra, si no somos naturales, sinceros y respetuosos con nuestros interlocutores, nunca se nos tomará en cuenta para una posibilidad de trabajo.
El segundo paso en nuestra estrategia de colocación laboral es tener un currículum bien redactado; el tercero, moverlo de una oferta de empleo a otra y a través de nuestras redes de contacto. Las estadísticas señalan que el 75% de los puestos de trabajo que desean llenar las empresas no llegan a anunciarse públicamente. Sólo puede accederse a ellos a través de nuestros contactos personales, todavía una de las formas más eficaces para buscar posicionarnos en la PEA (población económicamente activa). Una persona adulta tiene, entre familiares, amigos, conocidos de la vida social, ex compañeros de trabajo, antiguos profesores y viejas amistades escolares; un promedio de 1400 contactos que puede explotar para su propio beneficio.
La prueba de fuego para el éxito en el marketing personal es, inevitablemente, la entrevista de trabajo. Consecuentemente, el resultado final dependerá de nuestras habilidades comunicativas. Sin embargo, no debemos pasar por alto que observar el entorno durante los minutos de espera en la recepción de la empresa, o en el despacho del entrevistador, puede aportarnos información interesante sobre la persona que nos va a evaluar.
Para Edgardo Loret De Mola, consultor senior de DBM Perú, la comunicación persuasiva es la herramienta más importante de que disponemos en ese trance. Teniendo como norte el facilitar el diálogo con los demás y conocer qué quiere de nosotros el experto en selección, nuestro trabajo comienza por prestar mucha atención a lo que afirma y pregunta el entrevistador, y saber interpretarlo (qué necesita de nosotros).
De igual modo, necesitamos observar cómo se expresa el entrevistador, qué palabras utiliza repetidamente, en qué ideas insiste, qué tipo de preguntas hace. Saber esto nos ayuda a deducir lo que realmente le importa (las personas, los resultados económicos, el trabajo bien hecho). También sirve a nuestros propósitos imitar con tacto -nunca en son de burla- los movimientos, la gesticulación y el tono de voz del entrevistador: en otras palabras, alinearnos
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