FORO 2. RELACIONES HUMANAS

En los inicios se pensaba que colocando al obrero en el lugar correcto rendiría al máximo y se obtendría las metas deseadas incluso con la promesa de una porción adicional de dinero en caso de aumentar su producción individual.

Sin embargo, estas prácticas ocasionaron efectos contrarios, niveles de ausentismo y rotación de personal. Se constató que pese a que había un mayor ingreso en los salarios existían otros factores más allá de la compensación esfuerzo- recompensa. A esto se le llamó relaciones humanas, los seres humanos que pertenecen a una organización comparten un mismo lugar de trabajo en donde producto de la cercanía surgen sentimientos de amistad, empatía, odio, etc.

Es a partir de la evidencia empírica en Hawthorne que se desarrollan enfoques humanistas, se le da importancia al estado de ánimo de los trabajadores, se genera el interés por conocer cómo se sentía las personas en la empresa, cuáles eran sus actitudes ante ella. Se profundiza también en la motivación del hombre en su trabajo, necesidades humanas y su relación con la gratificación monetaria y no monetaria, además de un interés latente de las organizaciones por los factores humanos en el lugar de trabajo.

Desde mi experiencia laboral, he podido notar que algunos supervisores en busca de cumplir los objetivos que les impone la organización proponen métodos que van más allá de las capacidades tanto física como mental del trabajador. Hacen caso omiso al estado de ánimo del colaborador, incluso al buscar el diálogo y empatía, se escudan en la frase “la finalidad es la satisfacción del cliente” o “el cliente es primero” cuando estudios de investigación anteponen al colaborador de primera línea como eje principal de la organización. Es a partir del bienestar laboral del colaborador, de la identificación con la organización que se pueden obtener los resultados deseados.

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