Fisioterapia
fioreliz23 de Septiembre de 2014
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Introducción
Para mantenernos sanos es necesario que nuestro cuerpo se mueva, mantener activos cada uno de nuestros miembros para así favorecer la circulación sanguínea y el bienestar en general.
Uno de los movimientos más comunes es el caminar. Su flexibilidad le permite ser practicado en cualquier circunstancia y lugar. Existen, así, diversos tipos de caminata:
• A un ritmo o paso lento (de baja intensidad): forma que se recomienda para empezar, especialmente para ancianos, personas con sobrepeso o pacientes en rehabilitación cardíaca.
• A un ritmo rápido (de moderada intensidad): la mayoría de personas lo practican.
• A un ritmo muy rápido (de alta intensidad): es el equivalente a un trote lento.
• A un ritmo rapidísimo (de muy alta intensidad): se considera un deporte competitivo.
Pero, ¿cuánto se ha de caminar para que sus resultados beneficiosos se hagan notables?
Lo ideal es caminar tres o más veces por semana.
Pero antes de empezar, es importante:
a) Planificarse una ruta y un horario concretos (si se va a realizar como ejercicio cotidiano).
b) Vestirse de forma adecuada, para evitar sudoración extrema, rozaduras o enrojecimientos.
c) Calzar zapatillas de suela plana y acolchada.
d) Usar calcetines cómodos y en buenas condiciones para evitar rozaduras y la formación de ampollas.
FISIOTERAPIA EN EL ANCIANO
Valoración fisioterapéutica, escalas de las actividades de la vida diaria, actividades de prevención y promoción. Atención fisioterapéutica en el anciano discapacitado. Los accidentes en el anciano: caídas y otros riesgos. Plan Gerontológico Nacional: generalidades. La fisioterapia geriátrica es una disciplina particular de la fisioterapia, no por las técnicas empleadas sino por sus modos de aplicación y la adaptación a las personas de avanzada edad.
El aumento del índice de vida hace que este tipo de pacientes sean cada vez más numerosos y de este modo las adaptaciones de la fisioterapia son cada vez más importantes, para facilitar la consecución o el mejoramiento de sus aptitudes funcionales, psicológicas y psicomotrices.
1. VALORACIÓN FISIOTERAPÉUTICA, ESCALAS DE A.V.D.
Siguiendo con el papel que la fisioterapia puede proporcionar a las personas de la tercera edad, debemos tener en cuenta 3 tipos de procesos patológicos que pueden tener lugar en el anciano:
1.1. Síndromes invalidantes: Que aunque no son síndromes exclusivos de la tercera edad, en estos cursan con una forma propia de presentación (P. Ej:
Hemiplejías por ACV).
1.1. Síndromes no invalidantes: Pero cuya recuperación en el anciano es más lenta por los efectos desastrosos de la inactividad física, mental y social; de tal modo que los afectados requieren ayuda para recuperar su independencia.
1.2. Síndromes involutivos y degenerativos: Propios del “envejecimiento biológico”, como puede ser la enfermedad de Alzheimer.
2. OBJETIVOS:
Como nuestro objetivo se centra en mantener la independencia en las AVD, en los síndromes invalidantes y en los no invalidantes debemos aplicar medidas de prevención contra la incapacidad que pueda presentarse y contra las complicaciones secundarias y/o tratamiento activo que anule la sintomatología invalidante. Las técnicas para conseguir este objetivo no difieren de las que puedan ser utilizadas para cualquier tipo de paciente y de cualquier edad, quizás sí difieran los objetivos. En el anciano debemos perseguir la independencia por lo que debemos buscar las capacidades residuales, potenciándolas y buscando compensaciones; se deberá calmar el dolor, conseguir una marcha independiente (aunque sea con ayuda), mejorar el equilibrio (quizá no al 100%), buscar el ángulo útil aunque no sea completo,
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