Globalizacion
xitlally14045 de Octubre de 2014
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ÍNDICE:
INTRODUCCIÓN. 2
1.3. Globalización. 4
1.3.1 Hiperglobalizadores. 8
1.3.2 Escépticos. 9
1.3.2. Transformacionalistas. 11
CONCLUSIÓN. 12
Bibliografía. 13
GLOSARIO. 14
INTRODUCCIÓN.
El término "globalización" ha adquirido una fuerte carga emotiva. Algunos consideran que la globalización es un proceso beneficioso una clave para el desarrollo económico futuro en el mundo, a la vez que inevitable e irreversible. Otros la ven con hostilidad, incluso temor, debido a que consideran que suscita una mayor desigualdad dentro de cada país y entre los distintos países, amenaza el empleo y las condiciones de vida y obstaculiza el progreso social.
Vivimos en una época en la que el capital está desplegando una nueva estrategia con el objetivo de fortalecer su control global de la vida política, económica y cultural.
Su nombre es globalización económica y consiste en desmantelar las limitaciones nacionales al comercio y a la libre circulación de capitales. Apoyada por agencias internacionales como la Organización Mundial de Comercio (OMC), el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial y otras instituciones, está engendrado nuevas formas de acumulación de poder y riqueza que tienen lugar a escala global controlada por las empresas e inversores transnacionales. Mientras que el capital se ha vuelto global, las políticas de redistribución siguen siendo responsabilidad de los gobiernos nacionales, que no pueden, ni en la mayoría de los casos quieren, actuar contra los intereses del capital transnacional.
En la actualidad, la palabra globalización ha alcanzado una rápida popularidad bajo el impulso de los medios de comunicación electrónicos y los diferentes gobiernos neoliberales, en los ámbitos político, económico, social y cultura. Dicha palabra encubre un proceso complejo que ha provocado que las causas se confundan con las consecuencias.
El término globalización es otra forma de nombrar a una nueva fase de acumulación de capital que se ha caracterizado por el predominio del mercado desregulado, es decir, con una mínima intervención estatal, colocando a ciertos Estados nación en una posición de debilidad. Al mismo tiempo, ha favorecido la destrucción de las identidades sociales basadas en la relación asalariada.
La globalización abarca tres aspectos los cuales son, hiperglobalizadores, los escépticos y los transformacionalistas.
Los hiperglobalistas son aquellos cuyas teorizaciones consideran que la globalización define una nueva época de la historia humana caracterizada por la desaparición o pérdida de peso del estado-nación y por el auge del comercio global.
Los escépticos son, una corriente que niega la existencia de características nuevas en el proceso de Globalización, en base a lo que reniegan de este concepto, al que tachan de "fashionable".
.Los transformacionalistas es aquella que dice que las pautas contemporáneas de la globalización se conciben como algo históricamente sin precedentes, de manera que los estados y las sociedades experimentan actualmente un proceso de cambio profundo, a medida que tratan de adaptarse a un mundo más interconectado pero a la vez incierto.
La globalización ofrece grandes oportunidades de alcanzar un desarrollo verdaderamente mundial, pero no está avanzando de manera uniforme. Algunos países se están integrando a la economía mundial con mayor rapidez que otros. En los países que han logrado integrarse, el crecimiento económico es más rápido y la pobreza disminuye.
1.3. Globalización.
La globalización es un proceso económico, tecnológico, social y cultural a escala planetaria que consiste en la creciente comunicación e interdependencia entre los distintos países del mundo uniendo sus mercados, sociedades y culturas, a través de una serie de transformaciones sociales, económicas y políticas que les dan un carácter global. La globalización es a menudo identificada como un proceso dinámico producido principalmente por las sociedades que viven bajo el capitalismo democrático o la democracia liberal, y que han abierto sus puertas a la revolución informática, plegando a un nivel considerable de liberalización y democratización en su cultura política, en su ordenamiento jurídico y económico nacional, y en sus relaciones internacionales.
Los principales agentes o impulsadores de la globalización son los bancos y las empresas multinacionales.
Las empresas multinacionales son empresas muy grandes que operan en muchos países del mundo a través de sus filiales. Son como un “pulpo” que hace llegar sus tentáculos a varios países del mundo. Las empresas multinacionales tienen su sede en los países desarrollados, son muy poderosas y controlan prácticamente el mercado de los principales rubros de exportación. Las empresas multinacionales aprovechan la mano de obra barata de los países en vías de desarrollo y de acuerdo a esto se trasladan hacia estos países.
Los bancos multinacionales, son el apoyo financiero de las empresas multinacionales, solo que aquí se trata de hacer crecer el capital financiero a través de las inversiones en los diferentes países. Estas inversiones se realizan en las bolsas de valores de todo el mundo, principalmente en Nueva Cork, Londres, Tokio, París, Frankfurt, Ámsterdam, Singapur, Hong Kong, etc. Los bancos multinacionales actuan unidos en grandes consorcios financieros y algunos abarcan bancos de muchos lugares. Por ejemplo. El consorcio financiero ORION, comprende los siguientes bancos: Westminster Bank (Gran Bretaña), Westdeutshche Landesbank (Alemania), Crédito Italiano (Italia), Banco de Santander (España), Chase Maniatan Bank (USA), Mitsubishi’s Bank (Japón) y Orio Royal Bank (Canadá).
Los otros agentes de la globalización son: los tecnócratas internacionales, que son los intelectuales que trabajan para las multinacionales y las financieras; los gobiernos, que con sus políticas ayudan a las multinacionales a realizar sus operaciones; y, los organismos financieros internacionales como el Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) que condicionan sus préstamos a que los países adopten métodos orientados a eliminar las barreras a la libre circulación del capital.
En primer lugar, para hablar de globalización resulta crucial definir cuidadosamente las distintas formas que ésta adopta. Comercio internacional, inversión extranjera directa (IED), y flujos del mercado de capitales plantean cuestiones distintas y tienen consecuencias diferentes: beneficios potenciales por un lado, y costos y riesgos por el otro, los cuales demandan valoraciones y respuestas diferentes. En general, el Banco Mundial privilegia una mayor apertura de comercio y de IED porque los datos indican que los beneficios en materia de desarrollo económico y reducción de la pobreza tienden a ser relativamente mayores que los costos o riesgos potenciales (aunque también se preste atención a las políticas específicas para mitigar o atenuar costos y riesgos).
El Banco es más cauteloso respecto de la liberalización de otros flujos financieros o de mercado de capitales, cuya alta volatilidad puede fomentar en ocasiones ciclos de auge y depresión, y crisis financieras con grandes costos económicos, como sucedió durante las crisis de los mercados emergentes del Este Asiático y en alguna otra parte en 1997-98. Aquí debe ponerse más énfasis en la creación de instituciones y políticas nacionales de apoyo que reduzcan los riesgos de las crisis financieras, antes de emprender una apertura de cuentas de capital ordenada y cuidadosamente escalonada.
En segundo lugar, el grado de participación de los distintos países en la globalización también dista de ser uniforme. Para muchos de los países más pobres y menos desarrollados, el problema no radica en que la globalización los haga más pobres, sino en la amenaza de ser excluidos de ella. En 1997, la mínima participación de estos países en el comercio mundial, con una cifra que asciende al 0,4%, correspondió a la mitad de su participación en 1980. La tasa de crecimiento de estos países también está muy por debajo de las que disfrutan los países en desarrollo más globalizados. Durante la década de los noventa, los países menos globalizados presentaron como promedio tasas de crecimiento negativas, mientras que los países en desarrollo más globalizados aumentaron su tasa de crecimiento per cápita de 1% en los sesenta a 3% en los setenta, hasta 4% en los ochenta y 5% en los noventa. Por otra parte, el acceso de los primeros a la inversión extranjera privada sigue siendo insignificante. Lejos de condenar a estos países al aislamiento y la pobreza continua, la tarea urgente de la comunidad internacional es ayudarlos a integrarse aún más en la economía mundial, brindándoles asistencia para ayudarles a crear instituciones y políticas de apoyo, así como para continuar ampliando su acceso a los mercados internacionales.
En tercer lugar, es importante tener presente que la globalización económica no es una tendencia totalmente nueva. De hecho, y en un nivel primario, ha formado parte de la historia humana desde tiempos remotos, cuando poblaciones muy dispersas se involucraron gradualmente en relaciones económicas más amplias y complejas. En la era moderna, la globalización disfrutó de un florecimiento temprano hacia finales del siglo XIX, principalmente entre los países que hoy son desarrollados o ricos. En muchos de estos países, los flujos comerciales
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