La pobreza con enfoque a Haiti

Pobreza con enfoque en Haití

INTRODUCCIÓN

La pobreza se concibe como la situación que afecta a las personas que carecen de lo necesario para el sustento de sus vidas, es decir, que no pueden satisfacer sus necesidades básicas. Nos encontramos ante un concepto multidimensional; no contempla sólo aspectos económicos sin que además incluye aspectos no materiales y ambientales. En otras palabras, la pobreza implica no tener la oportunidad de vivir una vida larga, sana, creativa y disfrutar de libertad, dignidad, respeto por sí mismo y de los demás.  

En la actualidad más de 1.300 millones de personas se encuentran por debajo del umbral de la pobreza, lo que equivale a una cuarta parte de la población mundial.

En cuanto a los países más pobres, los 20 primeros son africanos como el caso de Sierra Leona y Uganda. Estos países carecen de: salud, educación,   nutrición, servicios, energía, agua y buenas comunicaciones entre otros factores.

Para luchar contra este factor, las empresas y gobiernos de países desarrollados tendrían que ayudar a estos países pobres para que pudieran iniciar su propio proceso de desarrollo.

A partir de aquí, el país en el cual nos vamos a centrar para estudiar las causas de su pobreza es Haití.

Haití, una antigua colonia francesa siendo el segundo país americano en declarar su independencia, en 1804, es un país del continente americano, situado más concretamente en la parte occidental de la isla La Española y cuya capital es Puerto Príncipe, limitando, al este, con la República Dominicana y entre el mar caribe y el atlántico norte, su punto más bajo es al nivel del mar y no posee ríos navegables, lo cual no es un problema especialmente grave puesto que posee un total de 1771km de costa lo cual hace que el transporte en este país sea aceptable.

En el   año 2007 Haití tenía una población de 8.706.497 habitantes. El 95 % de los haitianos son principalmente de ascendencia africana y el restante 5 % esta compuesto por blancos y mestizos. La esperanza de vida es de 57 años. El promedio de hijos por mujer es de 4,86 (el promedio más alto del continente americano). La tasa de crecimiento poblacional es del 2,45% por año (en el gráfico podemos ver la evolución demográfica de Haití entre 1961 y 2003 “población en miles de habitantes). Tan sólo el 52,9% de la población está alfabetizada.

Ahora centrándonos en la economía que tiene el país, podemos decir que el crecimiento económico de este país es muy escaso, y aunque el PIB per cápita aumenta, no lo hace a la velocidad necesaria para salir de semejante crisis, de hecho en los años noventa hubo una aceleración de la pobreza de la población haitiana. En 1999-2000, el crecimiento en el PIB fue de 1,2%, valor menor al registrado en los períodos anteriores debido a la disminución progresiva del aporte al PIB del sector agrícola, que tuvo un crecimiento negativo de -1,3%. La inflación fue de 15% en 1999-2000 y en el mismo bienio, el precio de los productos alimentarios se incrementó a 10,4%.
Haití es un país en el que el 80% de los haitianos están empobrecidos, convirtiéndose así en el país más pobre del hemisferio y uno de los más pobres del mundo, a esto se le junta un desempleo rampante, en el que las dos terceras partes, o más, de los trabajadores tienen tan sólo trabajos esporádicos, en los cuales reciben ridículos salarios con los que la supervivencia les resulta muy complicada, de los que tienen empleo, la gran mayoría reciben sueldos de 11 a 12 céntimos la hora; el salario mínimo oficial del país es de 1,80$ al día, pero las cifras del FMI muestran que el 55% de los haitianos reciben sólo 44 céntimos al día, una cifra con la que resulta imposible vivir.
Debido a éste hambre profundo, ¿saben   cuál es el principal alimento con el que la mayoría de las familias intentan subsistir? Pues la crisis haitiana es tan extrema que ha forzado a la gente a comer (no alimentos) galletas de barro llamadas “pica” para aliviar el hambre. Es un desesperado remedio haitiano hecho de barro seco amarillo que proviene de la meseta central del país, en los suburbios de Ciudad del sol, la gente usa una mezcla de barro, sal y grasa vegetal para fabricar este “alimento” que no todos pueden permitirse puesto que no es gratis, sino que estas galletitas hechas en la cárcel les costaban unos 3 céntimos de euro la unidad, pero que debido a la crisis que estamos sufriendo con su respectiva subida de precios han pasado a costar unos 5 céntimos, suma que muchas familias no pueden permitirse.
En los últimos tiempos ante la crisis alimenticia, los haitianos han salido a la calle a protestar porque el pasado año se habían triplicado los precios de los artículos de primera necesidad.

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