Las Funciones Centrales del Presupuesto

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Las Funciones Centrales del Presupuesto

En primer lugar, las estrategias no se implementan en el nivel estratégico. Para hacerlas realidad, hay que “bajar” al nivel operativo, concretamente al plan anual que llamamos presupuesto.

Una cuestión es plantear cambios estratégicos, tales como la incorporación de nuevos productos, mercados o tecnologías, y otra es diseñar las acciones  específicas para llevarlas a cabo dentro del plan operativo para un determinado año, o sea, en el presupuesto.

En segundo lugar, una de las principales funciones del presupuesto en las entidades de menos tamaño es separar lo que puede financiarse con los recursos disponibles de aquello que deberá esperar una próxima oportunidad.

Tercero, el presupuesto no es solamente una herramienta de dirección y administración; también es un instrumento de cultura, más precisamente, de cultura organizacional. Es importante que se genere un estilo de conducción y gestión basado en valores, en la colaboración entre sectores, en la anticipación de oportunidades y problemas, y en la negociación de metas “conversadas” y aceptadas de común acuerdo.

Cuarto, digamos en lenguaje llano que hay dos formas de realizar algo: (a) “ir y hacerlo” y (b) “prever cómo se lo hará y actuar en consecuencia”. Obviamente, nos inclinamos por la segunda alternativa.

Por otra parte al casi todo inicio de un emprendimiento, lo que se necesita es formular un plan de negocios que abarque tanto lo estratégico como lo operativo. Pero en cuanto se pase a la siguiente etapa, será importante definir “quién hace qué, cuándo, cómo y, en principio, en qué cantidad”. Vale decir, llegará el momento de “organizarse”, y no diferenciar qué hace cada uno, a otro en donde cada miembro de la entidad, sea dueño, inversor minoritario o gerente profesional, adquiera una función o tarea. Esto puede lograrse por “decisiones sueltas”, a veces en forma de “memorandos de compromisos” de la Gerencia hacia los dueños, y a veces mediante “protocolos de acuerdos” entre fundadores y herederos en empresas de familia. Sin embargo, en nuestra experiencia, es muy ventajoso hacerlo ordenadamente, y nada mejor que utilizar el presupuesto como “ordenador” de lo que cada uno intentará realizar y lograr, aunque solo sean tres o cuatro personas.

Finalmente, hay una función que engloba todas las demás, y que constituye una suerte de “prueba de viabilidad” de la operación. Se trata de verificar si lo que se propone para el año entrante, de cumplirse las premisas tomadas en cuenta, no es imposible. O sea, no es una garantía de éxito, pero sí una especie de “no garantía de fracaso”, en el sentido de no ser irrealizable aun confirmándose tales premisas.

Bibliografía

• Herrscher, E. (2013). Presupuesto sistémico. Clave para la supervivencia de emprendimientos y PyMes. Buenos Aires, Argentina: Ediciones Granica. Recuperado de http://site.ebrary.com/lib/vallemexicosp/reader.action?docID=10862907

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