Lorax

Ted es un niño, casi un jovencito, que vive en la ciudad de Thneedville, lugar fabricado completamente en plástico y metal donde los árboles y las plantas son también artificiales. Nada parece ir mal, hasta la mañana en que Ted decide, con el pretexto de volar su avión a control remoto, visitar a Audrey, la chica de sus sueños. Ella lo invita a pasar y le muestra la pared trasera de su casa en la cual ha pintado una serie de árboles de verdad. Ted nunca ha visto uno y, como a todos en la ciudad, tampoco le interesa el tema, pero a Audrey sí, y le dice que si algún día alguien le regalara uno ella se casaría con ese hombre de inmediato. Así comienza la aventura de Ted por conseguir el que posiblemente sea el último árbol del mundo.

En su búsqueda se ve forzado a salir de la ciudad para encontrar al único hombre que sabe qué sucedió con los árboles; El Una-vez (así se llama el personaje). Cuando por fin se encuentran le platica a Ted la historia de lo que sucedió con el valle y cómo él es el responsable de que ya no exista más naturaleza y los animales se hayan ido; le cuenta la historia de El Lórax, quien es algo así como “la voz de los árboles”.

El Lórax es una película basada en el libro infantil del mismo nombre escrito por Dr. Seuss (quien también escribió El Grinch y The Cat in the Hat). Con las voces de Alfonso Herrera (Ted), Sandra Echeverría (Audrey), Axel Kuschevatzky (O´Hare), Laura Luz (Mamá de Ted) y el enorme Danny DeVito como el mismísmo Lórax.

Lo bueno: Indiscutiblemente, lo mejor es la interpretación de Danny DeVito como El Lórax. Su acento extranjero y su actitud entre cascarrabias y bonachona... se lleva la película.

Los escenarios llenos de color que respetan la estética de los libros del Dr. Seuss son una delicia.

Tiene un claro mensaje ecológico que va muy de acuerdo con estos tiempos.

No contiene chistes de doble sentido. Es una película completamente blanca.

Lo malo: En su afán de estirar la historia de un libro pequeño a una película completa, rellenan los tiempos muertos con musicales que resultan francamente bobos.

La película es tan inocente y... bonita, que a los mayores puede resultarnos empalagosa. Es claramente una historia para menores de 10 años.

La mayoría de sus personajes son unidimensionales. No causan simpatía ni nos interesa lo que hagan o dejen de hacer. Los únicos memorables son El Lórax y un pequeño oso medio ****** que no dice una sola palabra.

En resumen: Si somos la clase de papás preocupados por lo que ven nuestros hijos, el Lórax es una muy buena opción para ir este fin de semana al cine y pasar un rato agradable en compañía de la familia. No esperen ver una

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