Mercado.

Hoy en día consecuente al fenómeno de la globalización, la mercadotecnia se encuentra presente en cada aspecto de nuestras vidas, ya sea consciente o inconscientemente, estamos susceptibles a una gran cantidad de información, la cual se aborda desde diversos puntos y recursos, uno de ellos y de los más importantes por lo que implica, cultural, tecnológica y comercialmente es el cine.

En el cine las películas son para los estudios cinematográficos un producto, un producto ubicado, estratificado y dirigido que tiene competencia y hará cuanto sea necesario para que nos enteremos de que existe y también para que optemos por adquirirlo en vez de buscar satisfacción a través de sus competidores. Actualmente el cine y la mercadotecnia no pueden estar separados, tienen que complementarse para poder sobrevivir a los obstáculos que cualquier película tiene al aparecer en el mercado.

El primero y posiblemente más importante de estos obstáculos es la crítica de cine, prematuramente una crítica puede determinar si la película obtendrá o no éxito, es un temor constante el cómo será evaluada y finalmente que calificación obtendrá. Un ejemplo de esto son películas como "El cisne negro", la cual, al llegar a México, pese a haber pasado tres meses de su estreno en Estados Unidos las salas se abarrotaron como consecuencia de la excelente crítica, esto debido a que era una película "Que no podías dejar de ver".

Por el otro lado, cuando la mercadotecnia supera a la crítica se puede apreciar en películas como Crepúsculo, Las Crónicas de Narnia, La Brújula Dorada, Eragon y muchas otras adaptaciones literarias contemporáneas. Todas estas películas presentan la constante de haber sido un éxito en taquilla a pesar de no haber vendido en primera instancia una cantidad equivalente de libros o incluso haber recibido una mala crítica literaria, esto puede deberse a que se encontró una fórmula mágica de promoción basada en el fenómeno: Harry Potter, que directamente nos habla de una estrategia mercadológica.

El comunicado se extiende y la fórmula se ve explotada cada vez más, no se tiene registros sobre críticas serias favorables hacia Crepúsculo, y el mismo Daniel Radcliffe, Harry Potter, no ganó ningún Óscar con ocho películas; la consecuencia de estos productos populares propician justamente eso, son películas diseñadas para el público con mayor demanda de entretenimiento (jóvenes de entre 13 y 20 años) y se utilizan elementos visuales llamativos, actores atractivos y excelentes efectos visuales.

Entre estos ejemplos tenemos también películas adaptaciones como Transformers y las adaptaciones nuevas de superhéroes tan criticadas por los fanáticos de comics en el mundo al quejarse de la poca seriedad y apego a la historia original, algo lógico tomando en cuenta que hoy en día la crítica ha sido desplazada del negocio y el mercado

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