El mercado

El mercado es el lugar en el que se juntan la oferta y demanda. Originariamente los mercados eran incluso lugares físicos, que se construían en determinados momentos del año, y a los cuales concurrían compradores y vendedores para negociar sus productos. Aun hoy podemos encontrar, en ciertos lugares del mundo, mercados tradicionales que conservan sus costumbres de origen. Los mercados “persas” por ejemplo, donde se compran y venden objetos, generalmente antiguos, después de un regateo que puede durar horas.

Sin embargo, hoy y referido a la economía, el término mercado implica un concepto más abstracto. Se habla del “mercado de papas”, “del mercado de automóviles”, “del mercado de CDs.” Pero a veces no existe un lugar físico donde se venda sólo este tipo de bienes. Por ejemplo, podemos comprar papas en la verdulería o en el supermercado, donde a la vez se venden otros bienes. Podemos comprar un CD en una disquería o en una librería. Pero no hay lugar donde podamos comprar petróleo crudo. Sin embargo existen una oferta y una demanda de petróleo y, por lo tanto, “un mercado del petróleo”.

Los que compran (la demanda) y los que venden (la oferta) tienen perspectivas exactamente opuestas. Un precio alto es una mala noticia para los compradores, pero es excelente para los vendedores. Cuando el precio de un bien sube, su demanda disminuye, pero su oferta aumenta. Y viceversa, la baja de precios genera aumentos de demanda y reducciones de oferta.¿cómo se resuelve esta contradicción? Por medio de precios de mercados. Como se dijo antes “el mercado” puede o no ser un lugar físico, pero conceptualmente es un mecanismo que coordina las intenciones independientes de compradores y vendedores. La coordinación que se produce por medio del mercado no se debe a ningún plan preestablecido, sino a la “mano invisible” como decía Adam Smith(1723-1790). Este señala que existe una propensión natural a hacerlo y que esta tendencia viene de las propiedades naturales de los seres humanos hacia la razón u el habla. El intercambio es lo que diferencia –según el autor –a los hombres de los animales. “nadie ha visto jamás a un perro cambiar deliberadamente un hueso con otro”. Los seres humanos, que han producido y tienen en su poder los bienes en los que se especializaron, se los ceden a otros no por caridad, sino porque esperan obtener un beneficio. “no esperamos en nuestra cena la benevolencia del panadero o del carnicero; no apelamos a su misericordia, sino a su interés”.

Cada uno trata de obtener para sí, egoístamente, el máximo beneficio de ese intercambio. Tratará para ello de producir los mejores bienes y de hacerlo lo más barato posible, para ganarle a los competidores. Como todos los miembros de la comunidad harán lo mismo, el conjunto de bienes existentes aumentará al máximo del que es capaz. Así sin que nadie lo decida centralmente,

...