Negociacion en entornos expecíficos
elmisiApuntes25 de Enero de 2016
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1.1. La importancia de la Gestión de Conflictos
El conflicto sucederá en cualquier caso y, muy probablemente, provocará algún tipo de daño. El objetivo principal de la disciplina de Gestión de Conflictos es, en primer lugar evitar ese daño o, al menos, minimizarlo en la medida de lo posible.
Los académicos y profesionales han estudiado intensamente la Gestión de Conflictos desde mediados del siglo pasado, y han generado nuevas formas de analizar los conflictos que pueden ayudarnos a comprender sus razones, los elementos que entran en juego en todo conflicto y cómo podemos obtener mejores resultados de los conflictos. No obstante, hay que recalcar que no existe una receta sencilla para gestionar los conflictos.
Podemos comenzar nuestra andadura intentando definir lo que es un conflicto. Para ello nos serviremos de la definición de Wilmot y Hocker (2010):
Conflicto es un enfrentamiento que aflora de forma visible entre, al menos, dos partes interdependientes que perciben objetivos incompatibles, recursos limitados y una interferencia de la otra parte en la consecución de los objetivos de la otra.
Esta definición contiene los cinco elementos que se encuentran siempre presentes en un conflicto: Interdependencia, diferencia, oposición, expresión y emoción, y que analizaremos en detalle en el aula.
Podemos simplificar la definición de Wilmot y Hocker diciendo que un conflicto es UNA DIFERENCIA MOLESTA.
Las verdades incómodas del conflicto…
¿Por qué hemos de preocuparnos de gestionar los conflictos mejor de lo que lo hacemos? Primero, ya que nos interesa evitar los daños que el conflicto pueda producir, y segundo, para obtener los beneficios que se puedan producir del propio conflicto.
Para evitar el daño, debemos de tener en cuenta una serie de hechos que se van a producir siempre que estemos ante un conflicto. Estos hechos los vamos a denominar verdades incómodas, y son los siguientes:
1. El conflicto es inevitable, ya que es inherente en las interacciones humanas.
2. El conflicto siempre lleva aparejado una serie de riesgos y costes.
3. El daño que surge en un conflicto no tiene demasiado que ver con el conflicto en sí, sino que se produce por una serie de estrategias de carácter disfuncional que utilizamos para gestionarlo.
4. Algunos de los daños que se producen en los conflictos son de carácter irreversible.
Desde luego que no todos son aspectos negativos en un conflicto, también podemos encontrar una faceta positiva, ya que saca a la superficie problemas que no se encontraban visibles antes del conflicto, lo que puede ser de extrema utilidad en empresas y organizaciones. Enfrentarnos a un conflicto profundiza el conocimiento mutuo de las partes y permite mejorar nuestras relaciones interpersonales.
Otra forma en que el ser humano ha avanzado en la gestión de los conflictos, es a través de la investigación. De hecho, la disciplina de la Gestión de Conflictos es un área de extrema importancia en la investigación psicológica, la sociología, la comunicación y la gestión organizativa. Algunas de las preguntas de investigación que se ha planteado son:
1. ¿Es necesario que, para que una parte implicada en un conflicto gane, la otra deba perder?
2. ¿Cuáles son los objetivos cuando nos involucramos en un conflicto?
3. Si queremos llegar a una solución satisfactoria, ¿En qué aspectos claves de la negociación debemos centrarnos?
Hay que recalcar, que cuando intentamos cambiar la forma de pensar o de actuar ante un conflicto, no partimos de cero. El hecho es que comenzamos a aprender técnicas y maneras de enfrentar y gestionar los conflictos de forma muy temprana en nuestras vidas. Aprendemos a batallar en los conflictos desde los hábitos de nuestra propia cultura, desde lo que hemos aprendido en nuestra familia y las organizaciones
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