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Neoliberalismo


Enviado por   •  10 de Abril de 2013  •  1.373 Palabras (6 Páginas)  •  273 Visitas

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INFLACION

La inflación, decía Hayek hace casi cuarenta años, es siempre el resultado de la debilidad o de la ignorancia de aquellos que tienen a su cargo la política monetaria... Y, destacando sus perniciosos efectos, señalaba que: hace cada vez más difícil que las personas de ingresos moderados provean por sí mismas a las necesidades de su vejez; no permite el ahorro; induce a la gente a endeudarse, y, al destruir la clase media, crea esa dramática y preñada de amenazas desigualdad entre ricos y pobres, tan típica de todas aquellas sociedades que han sufrido inflaciones prolongadas.

Estas palabras, pronunciadas en un contexto y una época tan diferentes, parecen sin embargo una descripción de lo que sucede en la Honduras de hoy. Hemos visto cómo, durante sucesivos gobiernos, políticas monetarias poco responsables nos han llevado a un largo período inflacionario que ha tenido consecuencias sociales y políticas sumamente graves. Se ha jugado alegremente con las magnitudes económicas y se han impuesto controles a la economía siempre con un criterio de corto plazo, que ha dejado para más adelante una acción definitiva contra la inflación.

Vivir con inflación

Honduras, durante mucho tiempo tuvo una estabilidad de precios. La gente se acostumbró a que cada producto tuviese un precio más o menos constante, aun cuando éste no estuviera fijado por ninguna regulación oficial.

Primero lentamente y luego de un modo cada vez más acelerado, las cosas comenzaron a cambiar. Los precios empezaron a subir desde mediados de los años setenta de un modo que no se había visto antes en el país. Lo hacían, al comienzo, en movimientos amplios que modificaban todos los valores conocidos pero que tendían a estabilizarse poco después. Era como una ola de aumentos que luego remitía, hasta que llegaba -quizás algunos meses más tarde- un nuevo ciclo de aumentos, generalmente más intenso que la anterior. Con el correr del tiempo este oleaje se hizo más recurrente, más seguido, aunque no por ello más fácil de predecir: la distancia entre las crestas de las olas se fue acercando hasta que, más o menos hacia 1986, se convirtió en un movimiento casi continuo de ascenso en los precios. Todos se acostumbraron al vendedor que les decía: "Cómprelo ahora, porque me han dicho que para el mes que viene va a subir..."

Lo más grave, para el ciudadano corriente, es que este aumento de precios no fue acompañado de un aumento similar en sus ingresos. Los sueldos subían, ciertamente, de tanto en tanto, pero lo hacían siempre a un ritmo mucho menor que el del aumento de los precios. Varios gobiernos, alarmados por el descontento que esta situación traía, encontraron que la solución más sencilla era imponer controles en determinados productos, en especial aquéllos que tienen una demanda más generalizada y se consideraban de primera necesidad. También se decretaban aumentos salariales generales y obligatorios, con la esperanza de poder restituir en parte el poder adquisitivo de la población trabajadora, aunque los continuos aumentos de precios hacían que el efecto de estas medidas resultase pasajero, pues pronto los nuevos sueldos resultaban inferiores, en realidad, a los anteriores. Los controles de precios y los aumentos compulsivos de salarios, después de un cierto tiempo, siempre fallaron y resultaron inefectivos para controlar la constante marcha de lo que llamamos inflación.

La inflación ocurre cuando todos o casi todos los precios suben, como empujados por una fuerza que actuase sobre su nivel general, y cuando estos aumentos se hacen recurrentes, como si nunca fueran a detenerse. No hay inflación cuando un grupo de bienes o servicios aumenta de precio con relación a los otros, como en el caso de una mala cosecha que, provocando escasez, hace subir el precio de algunos rubros alimenticios; no acostumbramos a hablar de inflación, tampoco, cuando nos referimos a un aumento generalizado pero que no se sostiene en el tiempo, como en el caso de lo que ocurría en Venezuela hasta mediados de los años setenta. La inflación es algo más general, es una especie de enfermedad de la economía a la que nadie puede escapar porque obliga de hecho a todos los actores económicos, a quienes

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