Para El Parcial.

ESCUELA SUPERIOR DE ADMINISTRACIÓN PUBLICA

FUNDAMENTOS DE PROBLEMATIZACION SOBRE LO PUBLICO

 Brayan David Rubiano Morales, Cesar Arango,  Lorena Sabogal, Wilson Salamanca, Jonathan Camilo Bonilla Duque.

Veyne, Paul. “Que era un emperador romano”. Contenido en “El imperio grecorromano”. Akal. Madrid. “2009. 1997 [pp. 11-68].

Paul Veyne analiza exhaustivamente la figura del emperador, realizando una exploración en torno a su figura, imagen, visión de parte de las clases populares, su divinidad, su función en el imperio, el origen y de su inestabilidad en el ejercicio del poder. Por otro lado, hace un interesante ejercicio comparativo, con otros tipos de gobernantes, como son los reyes del Antiguo Régimen o con los líderes de la época contemporánea.

El autor en su primer capitulo del libro lo subdivide en 22 apartados empieza desarrollando la figura de emperador donde vincula las relaciones de poder atravesando por el ejercito, el senado y el pueblo romano; además precisa las  diferencias del régimen de los cesares comparado con el de las monarquías, y los diferentes tipos de gobernantes; continua dando una explicación de como se llega a ser emperador presentando que el puesto del emperador no es herencia familiar, en el transcurso de la lectura explica el conflicto que se genero entre el senado y el emperador; explicando como en los siglos III y IV fueron escenario de cambios políticos y sociales, finalizando con los la cultos que realizaban al emperador y las relaciones que habían entre el poder y la población.

Del mismo modo el autor estudia la figura de emperador desde la visión de las clases populares, del senado, de sus locuras y personalidades y el ejército como punto de inflexión en los cambios político imperiales. Asi Veyne se propone como hipótesis que la responsabilidad que la colectividad hubiera delegado en el emperador no era más que una ficción, una ideología, pero la existencia de esta ficción bastaba para impedir al presunto delegado, tener la legitimidad de un rey, una legitimidad vinculada a su persona inviolable. De la misma forme el autor pone sobre la mesa, las diferentes ideas con respecto al figura del emperador, desmitificando cualquier relación con otros tipos de gobernantes, sean estos reyes, sultanes o dictadores. Da a comprender de igual manera , que el cargo máximo del Imperio, es un delegación del pueblo romano a un ciudadano, pero que a la vez es una simple ideología que por lo general estaba mas bien vinculado a las relaciones de poder, tanto del clientelismo y del ejercito, como del propio senado y el pueblo romano.

El autor concluye que el principado se apoya en una mentira según la cual los emperadores son elegidos libremente y ratificados legalmente., efectivamente a la muerte de Agusto tenía ya el imperio en sus manos; las cuatro semanas durante las cuales fingió dudar y consultar al senado no fueron jamás sino la comedia tan conocida de rechazo de poder destinada amostrar que el príncipe no era más que un mandatario.

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