Paradoja Argentina

En general, debe existir una coherencia y concordancia entre las instituciones políticas (sistema de gobierno) donde el ámbito social (políticas) de manos del gobierno, y el ámbito económico, en manos de privados, deben ir coordinadamente en pos del desarrollo del país, cualquiera que sea éste.

Las decisiones del gobernante (política) tienen un impacto directo en el desarrollo económico del país. Por ejemplo, la decisión de neutralidad del gobierno Argentino planteado en el caso, despertó en las naciones del mundo una “confianza” que abrieron las puertas a Argentina a un desarrollo inesperado y una estabilidad, si bien temporal, que permitió al país sentar las bases que, a primera vista, fueron motor de desarrollo, pero que en definitiva fueron la fuente de origen de las sucesivas crisis políticas y económicas que el país sufrió en el tiempo.

El rol de las diferentes instituciones se puede resumir de la siguiente forma:

EJERCITO ARGENTINO: El ejército argentino asume roles de importancia, y en ocasiones demasiado protagónicos, que si bien su acción e intervención nace por necesidades de tipo social, demostraron latamente su ineficiencia en el manejo económico del país.

CLASE TRABAJADORA AGRARIA y SINDICATOS: Bajo el gobierno de Perón y producto del desarrollo del país, la clase trabajadora agraria migra a las grandes urbes donde buscan nuevas oportunidades que no siempre se dan. Ante esto, el poder de los sindicatos encuentra una fuente y caldo de cultivo para exigir las mejoras salariales y de trabajo que bajo su prisma eran necesarias. El descontento, finalmente, se transforma en el catalizador de reformas estructurales que, con un impacto corto placista tienen efecto, a la larga llevan al país a crisis más profundas.

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