Tres Pilares Para Una Guiana Real En Tu VIDA
Waconfe26 de Mayo de 2013
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Dar prioridades en nuestra vida
Publicado por Irene G Punto
Este va a ser un post para leer y sacar la conclusión que cada uno quiera o necesite en el momento que esté de su vida. Hablamos de temas sociales, de ONG, de ayudar. Pues hoy nos vamos a ayudar a nosotros mismos para comprender un poco mejor la vida y así hacérsela más fácil a los demás. Al fin y al cabo, de eso se trata. De ayudar pero también dejarse ayudar. Rueda la vida.
Quiero compartir contigo una historia, de ésas que se cuentan en determinadas reuniones, cursos o que se cuentan en forma de consejos por amigos o familiares que nos quieren decir algo y se buscan las vueltas para que les entiendas. La historia trata de un anciano sabio que tenía en su clase de “Lecciones de Vida” a un grupo de discípulos dispuestos aprender todo lo que su maestro les dijese. En una de las clases el anciano sacó un jarrón de cristal, grande, bonito y lo lleno de grandes piedras. Lo lleno hasta arriba. Y preguntó:
-Muchachos ¿creéis que queda hueco?
Apresurado, el de la primera fila levantó la mano y dijo:
-Yo creo que no maestro.
A lo que el anciano respondió.
-¿Seguro?
Y seguidamente sacó una bolsa de tela llena de piedrecillas pequeñas que volcó en el jarrón y se acoplaron perfectamente en su interior.
-Y ahora. ¿Hay hueco? Añadió.
Ya el de la primera fila se lo pensó un poco y el de la segunda se atrevió con un:
-Yo creo que aún hay algo de hueco maestro.
Y el maestro sacó otra bolsa de tela llena de arena y repitió la escena. La arena también se acopló bien entre los huecos que quedaban entre las piedras grandes y las pequeñas. Y de nuevo preguntó:
-Y ahora. ¿Hay hueco?
Esta vez fue el de la tercera fila quien se animó con un tímido:
-Creo que ya no queda nada de hueco maestro.
Realmente el jarrón estaba hasta arriba. Pero el anciano saco una jarra más pequeña con agua y la volcó. El agua buscó su sitio dentro del jarrón. Después de hacer este último movimiento preguntó:
-Muchachos que creéis que he querido decir con este ejercicio.
Ahora ya fue el de la cuarta fila el que se levantó y dijo:
-Yo creo maestro que la moraleja de todo esto es que siempre podemos hacer más cosas de las que creemos. Que siempre podemos dar un paso más o completar más nuestra agenda aunque pensemos que ya está muy llena.
El anciano, con cara de “madre mía a estos les queda todavía mucho” contestó:
- No necesariamente. Lo importante en la vida es colocar primero las piedras grandes y para ello hay que identificarlas. Familia, amigos, tiempo para formar parte de un proyecto que me motive e identifique, trabajo… Lo que cada uno identifique como sus piedras grandes. Porque si no las pones primero, luego si que no habrá hueco. Después, cuando ya esté tu base formada, siempre podréis añadir piedras más pequeñas en vuestra vida.
Bonita historia que para mí tiene que ver mucho con la solidaridad. Pero con la solidaridad de uno mismo. Ésa que te permite identificarte, quererte y esforzarte para luego, darle a los demás lo mejor de ti. Creo que lo importante es fijarte prioridades en la vida y así todo tendrá su hueco.
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