Uber

Creando Lyft

Logan Green y John Zimmer fundaron Zimride, que con el tiempo se convirtió en Lyft. Esta idea surgió luego de que Logan haya visto en Zimbabwe que la gente era capaz de desplazarse de manera eficiente en viajes compartidos.

Lyft tuvo un crecimiento lento como una comunidad de viajes compartidos en coche que se vendía a las universidades y a las empresas. Esta compañía recibió una subvención de 250.000 dólares de fbFund (Fundación de Facebook) en 2007, esta subvención se llevo a cabo para que la compañía utilizara Facebook para compartir información sobre aventones y facilitar viajes compartidos en coche.

La visión que tenían los fundadores era que todos participen, a su vez, vio la oportunidad de recrear los realizados por Uber, pero con conductores regulares y coches cotidianos.

Uno de los problemas que tuvo que enfrentar fue la de diferenciar sus coches, para ello innovo introduciendo un bigote rosado gigante que la empresa entregaría a sus conductores para colocar en sus coches y puedan ser identificados por los pasajeros.

El enfoque de Lyft hacia la comunidad reflejaba una cultura mas cercana que la que representaba Uber, haciendo que sus clientes al entrar al coche puedan sentirse más a gusto.

Los ingresos de Lyft se daban por una comisión del 20% de la tarifa del conductor y la estrategia de precios apuntaban a ser un tercio del costo de Uber, siendo esto un costo más bajo y ofreciendo un servicio similar.

Entrada de Uber

Travis Kalanick y Garrett Camp en noviembre de 2013 se pusieron a pensar que cuando pidan un taxi, querían hacerlo solamente apretando un botón, de una manera muy elegante. Eso era todo lo que deseaban, así que pusieron en marcha una empresa, UberCAB, y en junio de 2010 lanzaron el servicio en San Francisco con unos conductores que habían contratado en el pasado.

Sus expectativas sobre la empresa no fueron ambiciosas al inicio, por lo que contrataron a Ryan Graves para desempeñarse como su Director General. La experiencia que ofrecía la aplicación causó tanto furor, que recaudó más de un millón de dólares en capital semilla. La gran diferencia que ofrecía además de la facilidad para conseguir taxis, era la de poder pagar con tarjeta de crédito al final del viaje, aunque los taxistas preferían no recibir pagos por tarjetas de crédito ya que así evitaban el pago de las comisiones a las compañías de tarjetas de crédito. Tal situación causaba molestia entre los pasajeros que a menudo debían enfrentarse a una negociación en la forma de pago una vez que ya habían llegado a su destino.

En 2010, UberCab lanzó su publicidad en el sitio web anunciando que su precio era "cercano a 1,5 veces el precio de un taxi". Uber cargaba a los taxistas una comisión de alrededor del 20% de la tarifa. El mismo año un viaje de 14 millas al aeropuerto internacional de San Francisco, costaría 36,60 dólares en un taxi amarillo común y corriente, y 68,60 dólares en un servicio de taxi de lujo Uber, es  decir, aproximadamente dos veces más caro en este viaje.

Uber creció rápidamente, en parte gracias a trucos publicitarios. El boca-a-boca y la atención del público trajo consigo un mayor reconocimiento, y con un mayor reconocimiento, un mayor uso del servicio de Uber.

Uber se encontró ante una reacción negativa de los reguladores tan pronto como sus detractores alegaron que Uber estaba infringiendo leyes destinadas a proteger a los consumidores. El 2012, la ciudad de Boston cerró Uber aduciendo que los iPhones utilizados por sus conductores eran "dispositivos no aprobados, menos de un día después, Boston echó para atrás su decisión.

En octubre de 2012 en Nueva York se obligó a Uber a abstenerse de ofrecer sus iPhones a los conductores de taxis amarillos luego de que fuera anunciado que los taxistas podrían perder sus licencias si se les detectaba utilizando uno de esta empresa, pero muy pronto terminaron pronunciándose en favor de Uber, no obstante, causaron que el negocio se desacelerara y despertara dudas entre los conductores potenciales y los inversores.

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