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VALORES PROFESIONALES DEL INGENIERO CIVIL


Enviado por   •  6 de Marzo de 2013  •  1.082 Palabras (5 Páginas)  •  682 Visitas

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Problemas Morales del Ingeniero Civil

Cada vez son mas los problemas morales que se presentan a nivel profesional en la Ingeniería Civil.

Si en una construcción civil donde el ingeniero además de su servicio, también incluye los materiales de construcción, donde este puede reducir los materiales esenciales con fines económicos sin pensar luego en el daño que podría ocasionar a la comunidad.

Corrupción Ingeniero-Compañía.

Una compañía x, ofrece dinero al ingeniero con el fin de que este le de el contrato de fabricación de algún accesorio para la obra, que generalmente no es el mejor del mercado.

Corrupción Ingeniero-dueño de la obra.

El dueño de la obra le propone al ingeniero el uso de materiales de mala calidad o menos meteriales del que requiere la obra con el fin de reducir el costo de esta, ofreciendo dinero si es necesario.

Deberes del Ingeniero como Profesional

Confianza en los valores esenciales del individuo.

Respeto a los derechos individuales.

Comprensión amplia de la sociedad y de sus potencialidades.

Reconocimientos de deberes y responsabilidades.

Estar al servicio de toda persona respetuosa de su dignidad, no engañar ni engañarse.

Buen comportamiento.

El campo de la ingeniería es muy amplio, debe seguir continuamente su superación.

Tener funciones definidas.

Principios o deontología Orientadores de sus actividades.

Conocimiento ,técnicas y actitudes identificables.

Ejercicio reservado a un personal especialmente preparado.

Formación a nivel universitario.

Actitudes profesionales hacia los que reciben los servicios profesionales.

sentido de servicio y tendencia a ser utilidad y beneficios al grupo social.

Honradez.

Honestidad

Cortesía

La Profesión y el Sentido de la Vida.

El universitario próximo a ser profesional debe comprender que su responsabilidad moral y ética será mayor que las del simple ciudadano por la dotación de conocimiento que recibe y ha recibido. Debe mantener en alto su dignidad y desarrollo como estudiante y tener cuidado con las decisiones que toma durante este periodo de su vida.

El universitario ya profesional tiene que estar consiente de que no le es licito encastillarse en su torre de marfil e ignorar las miserias humanas. La moralidad y su función no pueden hoy reducirse a la aureola pasividad del buen ejemplo, sino que tiene la ineludible responsabilidad de la acción.

El cumplimiento cabal de los deberes exige máxima consagración a los fines esenciales de la profesión. Tal consagración es exigida por la justicia social.

Un profesional ha de ser un buen especialista, entender los problemas que encierra su profesión. Debe entregarse sin reservas al trabajo que tiene encomendado, por que este será responsable de todas sus acciones que le lleven o no a la mal ejecución de su trabajo.

Conclusión

Hemos observado a través del tiempo cómo por alguna razón desconocida han fallado obras que han sido diseñadas y construidas por profesionales del área de la construcción, incluso antes de ser puestas en servicio, y no han cumplido su fin último que es colocar a disposición de la humanidad la ciencia y la tecnología, para satisfacer sus necesidades.

La primera reacción es encontrar culpables y que sean severamente sancionados, pero lo que más ha importado es que los culpables sean otros. Luego se analiza el origen del problema. ¿Qué falló?

Aquí es donde empiezan los análisis de expertos, indicando que las fallas las tuvo el proyecto, que no se consideró cierta variable y así otros problemas.

Pero en algún momento nos preguntamos si todos estos problemas que se produjeron, se hubieran podido detectar antes si los actores de estos procesos hubieran sido lo suficientemente responsables para analizar todos los inconvenientes o algunos se ocultaron o no se tomaron en cuenta para que la obra se efectuara, sin importar las consecuencias. No sería que sólo se analizaron resultados económicos y no su impacto en la comunidad.

Cuando se equivoca un profesional, puede tener como resultado la muerte de un ser humano. Cuando una obra civil se desploma, el resultado, casi seguro, es la muerte de cientos de seres humanos.

¿Estamos poniendo la ciencia y tecnología a disposición de la humanidad?

Permanentemente nuestro quehacer de ingeniero civil se ha visto enfrentado, al igual que otras disciplinas del saber, a una serie de contraposiciones de orden ético.

El ingeniero civil tiene que manejar y dominar no sólo las ciencias y las técnicas que se le han entregado en una casa de estudios, sino también velar por la integridad y desarrollo del ser humano en su conjunto.

Aquí es donde toman preponderancia los valores éticos y morales de un profesional, diferenciando los unos de los otros.

El ingeniero civil debe ser respetuoso del marco legal vigente. Si aceptamos que uno de los principales objetivos de la ingeniería civil es, en definitiva, construir lo que se ha proyectado y diseñado, podemos entender que el principal marco regulatorio es el código civil de la Republica Dominicana, que a través de la Secretaria de Estado de Obras Publicas y el Colegio Dominicano de Ingenieros, Arquitectos y Agrimensores (CODIA), que entre otras cosas establece claramente las responsabilidades por daños y perjuicios derivados de vicios o defectos en la construcción e imparte normas orientadas al mejoramiento de la calidad y a la agilización de los procedimientos administrativos.

En este contexto, la regulación establece responsabilidades civiles para el gestor inmobiliario, como para el constructor y el proyectista, por los errores en que se haya incurrido si de éstos se derivan daños o perjuicios. Como consecuencia de lo anterior, la ley establece acciones legales traducidas en sanciones y multas para hacer efectivas estas responsabilidades.

Si bien es cierto el ingeniero civil debe ser respetuoso de este ordenamiento legal, no debe entender que su actuar en el campo profesional deba traducirse en el mero cumplimiento de normas legales, sino que también en el respeto de una serie de normas éticas y morales que deben ser entendidas como la forma lógica de actuar de un profesional y que en definitiva son las que previenen los errores y la negligencia en el ejercicio de la profesión.

Visto desde este punto de vista, el correcto actuar del ingeniero no debe entenderse como la consecuencia obligada del respeto a la ley y por el temor a los castigos que ella impone a los responsables de errores que deriven en daños, sino que debe centrarse en el actuar con respeto a la persona, la sociedad y su entorno.

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