Actitudes de los orientadores

Marina Muller

Capítulo 18 “Actitudes de los orientadores”

Rasgos requeridos para un orientador:

• Aprender a escuchar:

• Escuchar a los consultantes, colegas y seres humanos en general. ​
• Reflexionar sobre lo que el orientado transmite, más allá de lo que dice. ​
• Identificar lo que el orientado no puede expresar ni a sí mismo. ​
• Analizar cómo lo que dice el orientado afecta al orientador.

• Escucharse a sí mismo:

• Reflexionar sobre sus percepciones, pensamientos, afectos, deseos y conflictos. ​
• Evaluar su estado emocional y físico durante la tarea orientadora. ​

• Reconocer y respetar a cada cual como único y respetar sus diferencias:

• Aceptar al orientado tal como es, sin intentar cambiarlo según expectativas propias. ​

• Aceptar el derecho del orientado a decidir sobre su vida, asumiendo la posibilidad de equivocarse y revisar opciones. ​
• Formación continua.
• Conocer las tendencias contemporáneas del pensamiento y la sociedad.
• Supervisar la tarea.
• Analizarse  para conocerse y elaborar los conflictos que puedan obstaculizar la labor. ​
• Aceptar el conflicto, error y confusión como constructivos y pasos presentes en los procesos de aprendizaje. Proporcionan oportunidades para reflexionar y aprender. ​
• Instrumentar el conflicto operativa y co-operativamente en los ámbitos de su incumbencia laboral.
• Responder creativamente a los desafíos contemporáneos en relación a la orientación vocacional.
• Evitar idealizaciones excesivas, manteniendo un pensamiento crítico y creativo, sin sobrevalorar teorías o técnicas. ​
• Acompañar sin imponer, respetando las pautas del orientado y evitar ejercer poder o manipulación. ​

Capítulo 19 “La orientación vocacional y la formación de los orientadores”
La clínica psicopedagógica y psicológica abarca la orientación y el acompañamiento en sentido general y de la OV ocupacional en particular.

La orientación vocacional (OV) se realiza en diversos contextos educativos y laborales, abarcando todos los niveles educativos.

Tanto psicopedagogos como psicólogos están capacitados para realizar orientación, aunque no siempre lo practiquen. ​​

En la clínica, centramos nuestra tarea en dar un ámbito y un encuadre para que los sujetos planteen y elaboren su problemática, con nuestro acompañamiento profesional.

Las entrevistas operativas se centran en el aprendizaje de elecciones vocacionales y ocupacionales. ​

Como orientadores, hemos realizado un proceso similar al que asistimos en los consultantes.

Tuvimos que elegir entre una cantidad de alternativas profesionales.

Renunciamos a algunas posibilidades y escogimos otras.

Reconocimos laboriosamente nuestras capacidades y nuestros límites. Aprendimos nuestro oficio y afrontamos nuestros miedos.

Los orientadores enfrentan tentaciones de ejercer poder sobre los consultantes, lo que puede distorsionar la relación profesional.

Es fundamental evitar la ilusión de "enseñar" el camino correcto y reconocer la autonomía del consultante.

La orientación debe centrarse en ayudar a los consultantes a descubrir y elaborar sus propias soluciones.

Imponer pautas externas puede ser una forma de violencia y opresión.

Frase para la reflexión es que no se puede enseñar a un ser humano, solo puedes ayudarlo a que lo descubra dentro de sí mismo.

Capítulo 20 “¿Cómo se aprende a orientar? La supervisión de la tarea.

El aprendizaje involucra aspectos intelectuales, emocionales y de la personalidad del orientador en interjuego con las formaciones psíquicas preconscientes e inconscientes.

Aprendemos incluyendo el yo y el superyó; este último desde el ideal del yo. Están involucrados los revestimientos libidinales de los objetos de estudio, los sentidos atribuidos al discurso inconsciente.

En el aprendizaje, desplegamos un método personal, altamente subjetivo, de atribuir significaciones, desarrollar hipótesis y percibir-construir lo que llamamos realidad.

Desde las corrientes racionalistas o conductistas, en la concepción de aprendizaje privilegian el pensamiento lógico y la conciencia. Los errores en el aprendizaje son rectificables desde un esfuerzo consciente. Estos métodos consideran posible controlar psicológicamente los procesos de aprendizaje.

El marco clínico entiende al aprendizaje como dinámico y el error incluido en él. Los errores del aprendizaje implican un papel funcional y significante.

Desde una lógica Freudiana los fenómenos que constituyen el psiquismo desde niveles de formación y representación simbólica como sueños, actos fallidos, lapsus, inhibiciones y otras producciones proyectivas.

Los problemas de aprendizaje se encuentran comandaos desde un otro lugar que escapa a nuestro control directo.

Dificultades del conocimiento según Castorina:

• Considerar alguna disciplina como “la reina de las ciencias”.
• Apegarse a determinadas metodologías frente a cuestiones originales que requerirían nuevos abordajes.
• Considerar los objetos de conocimiento como “existentes reales”
• Las hegemonías de algunos sectores profesiones que llevan a imponer una forma de pensar y operar ante los problemas.

Diferenciación entre aprendizaje, conocimiento y saber:

• Aprendizaje deriva de aprehender, percibir, captar; se refiere al proceso de adquirir conocimientos por medio del estudio, la observación, la experiencia y disponer de esos conocimientos por la memoria. Aprender es un proceso, implica transformaciones en quienes aprende, en su relación recíproca y con esos aspectos de la realidad compartida.
• Conocimiento es la aprehensión intelectual de un objeto, la averiguación por el ejercicio de la mente, de las cualidades, la naturaleza y las relaciones de las cosas; es también el estado de conciencia de sí mismo y de las cosas. Hace referencia a lo racional y, si obedece a reglas metodológicas específicas, se transforma en conocimiento científico.
• Saber es la sabiduría o el conocimiento profundo, significando un área más amplia de la que cubre la expresión “conocimiento científico” o “ciencia” en sentido riguroso.

Relación entre conocimiento, falta y transgresión. Por ejemplo, en el relato bíblico de la creación del hombre y la mujer, la tentación propuesta por la serpiente engañadora, la degustación del fruto del árbol del conocimiento, por el cual “se abrieron sus ojos” y fueron “conocedores del bien y del mal”.

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