ESTRÉS ; CAUSAS, TIPOS Y CONSECUENCIAS

A través de los siglos, la humanidad ha experimentado los diferentes cambios acelerados en la tecnología, política, economía, educación y el medio ambiente, ya sea tanto de una manera positiva así como también negativa. Debido al desgaste de estos cambios acelerados y a la demanda que involucran éstos, es que se han desencadenado respuestas biológicas y psíquicas en el ser humano, a este conjunto de respuestas es denominado estrés.

El estrés es un factor que actualmente afecta a un gran número de la población, por lo cual se han realizado diversas investigaciones que van desde el origen hasta la manera de prevenirlo.

2.1 Antecedentes y concepto de estrés

El término de estrés es un vocablo que proviene del latín Conflictus, lo que alude a la traducción de una situación producto de algún tipo de conflicto o pelea; para entender por qué se le da este significado al estrés, Mendoza, E., Sánchez, L. y García, J. (2000) mencionan que durante la década de 1920, el neurólogo y fisiólogo norteamericano Walter B. Cannon descubrió que cuando un organismo tiene miedo o se enfrenta a una emergencia el cerebro responde activando el sistema nervioso simpático. El ritmo cardiaco y la respiración se aceleran, la sangre abandona los estratos superficiales de la piel y se dirige hacia los músculos proveyéndoles una mayor cantidad de oxígeno. Todo esto capacita al organismo a responder a la emergencia bien sea luchando o huyendo de la misma.

Por otra parte, vale la pena señalar que el término estrés (stress en inglés) proviene del vocablo strictus, el cual es un participio del verbo latino stringere que significa “causar tensión”. Son también numerosas investigaciones de Cannon las que les otorgan un sentido a estos términos y fue a raíz de estos sucesos que fue desarrollándose una definición para el estrés, pero sin considerar la motivación del mismo, más bien tomando en cuenta la respuesta de los individuos ante eventos causales de angustia y ansiedad. Ya para 1949, Mendoza, E., Sánchez, L. y García, J. (2000) mencionan que es Selye quien afina una definición para la organización mundial de la salud y se acota en “Respuesta no específica del organismo ante cualquier demanda del exterior”. Se dice entonces que el estrés es aquella respuesta automática y natural de nuestro cuerpo ante situaciones que nos resultan amenazadoras o desafiantes.

El estrés ha estado presente a lo largo de la evolución y vida del ser humano, según Melgosa (1995) “el término estrés, es una adaptación al castellano de la voz inglesa stress, esta palabra apareció en el inglés medieval en la forma de distress, que a su vez provenía del francés antiguo detresse (estar abajo, estrechez u opresión)” (p.19). Sin embargo, el concepto de estrés fue introducido por primera vez en el ámbito de la salud por Hans Selye, definiéndola para describir la suma de cambios inespecíficos del organismo en respuesta a un estímulo o a alguna situación estimulante; es decir el estrés es una reacción adaptativa del organismo ante las demandas de su medio.

El estrés tiene dos componentes básicos:

 Agentes estresantes

 Respuestas al estrés

Los agentes estresantes son aquellas circunstancias del entorno que producen el estrés; mientras que las respuestas son aquellas reacciones del individuo ante los agentes.

Domínguez y Hernández (1998) mencionan de la existencia de un estrés positivo llamado eustres y uno negativo llamado distres. El estrés positivo es experimentado como placer, excitación y aprendizaje; un ejemplo es el ejercicio. Mientras que el negativo amenaza con trastornar algunos aspectos de la capacidad percibida para afrontar dicha situación. Un ejemplo de ello son las peleas.

El estrés es la respuesta del cuerpo a condiciones externas que perturban el equilibrio emocional de la persona. El resultado fisiológico de esta respuesta es huir de las condiciones que la perturban o enfrentarla. El cuerpo tiene reacciones ante situaciones que le desfavorecen, en este caso las presiones que tienen los individuos más la carga emocional, tiene como consecuencia una reacción desfavorable tanto en el estado emocional como físicamente.

2.2 Causas del estrés

Los agentes estresores pueden ser físicos, emocionales, cognitivos y/o sociales. De acuerdo a Ivancevich (1985) “se determina a un estresor en potencia tomando en cuenta la experiencia, las diferencias individuales, el tipo de situación y la percepción del individuo”.

Las causas del estrés pueden ser de origen externo o interno. Los agentes externos son aquellos que se producen por circunstancias externas, es decir, del ambiente; por ejemplo, el trabajo. Mientras que los agentes internos son aquellos que se producen en uno mismo.

Todos estos agentes estresores producen una serie de síntomas que provocan diversas reacciones en el individuo.

2.3 Fases del estrés

Como anteriormente se menciona, el estrés es un proceso natural que responde a la necesidad de adaptación al entorno, el cual siempre está en constante cambio. Cuando el organismo siente que se encuentra ante situaciones de peligro, se prepara para enfrentarse o huir, lo que origina una serie de cambios biológicos de origen autonómico. Según las investigaciones realizadas por Hans Selye (1975), las reacciones de estrés se manifiestan en 3 fases: la fase de alarma, la fase de resistencia y la fase de agotamiento.

2.3.1 La fase de alarma

Las reacciones de alarma conforman la primera fase del proceso de estrés frente a la agresión. Durante esta etapa el cuerpo se prepara para producir el máximo de energía, con los consecuentes cambios químicos. El cerebro, entonces, envía señales que activan la secreción de hormonas, que mediante una reacción en cadena provocan diferentes reacciones en el organismo, apareciendo síntomas como: respiración entrecortada y acelerada, aumento del ritmo cardiaco, aumento de la presión arterial, sensación de tener un nudo en la garganta o en el estómago, ansiedad, angustia.

Estas reacciones son provocadas por la secreción de hormonas como la adrenalina que surte efecto después de unos minutos y cuya función es la de preparar al cuerpo para una acción rápida.

2.3.2 La fase de resistencia: la adaptación

La fase de resistencia es la segunda fase del proceso de adaptación al estrés. Según Hans “en ella se desarrollan un conjunto de procesos fisiológicos, cognitivos, emocionales y comportamentales destinados a "negociar" la situación de estrés de la manera menos lesiva para la persona”. Ocurre cuando el estado de agresión se prolonga, y entonces el organismo se mantiene en situación de alerta, haciendo que las reacciones adaptativas provoquen que se inicie un proceso de resistencia a dicho estado; intentando retomar su estado normal, produciendo una nueva respuesta fisiológica, y manteniendo las hormonas en situación de alerta permanente.

Esta etapa, que es una continuación de la primera fase, permite compensar los gastos de energía ocasionados por el estado de estrés y, de este modo, impedir el agotamiento del organismo.

Durante esta etapa, el organismo secreta otras hormonas (los glucorticoides) que elevan la glucosa al nivel que el organismo necesita para el buen funcionamiento del corazón, del cerebro y de los músculos.

A lo largo de esta etapa, las personas afectadas adoptan conductas diferentes: algunos se preparan para afrontar el estrés, otros siguen viviendo sin preocuparse por solucionar su estado o tratando de evitar situaciones que puedan activarlo.

2.3.3 La fase de agotamiento

Esta fase sucede cuando se presenta un cuadro constante y severo de estrés; es decir, cuando el estrés se convierte en crónico y se mantiene durante un período de tiempo que varía en función de cada individuo.

El organismo pierde su capacidad de respuesta y se agota. El estado de estrés es tan intenso que la persona afectada ya no puede afrontar las agresiones.

El organismo se colapsa y ya no puede defenderse de las situaciones de agresión. Las reservas psíquicas y biológicas se agotan. Durante esta fase, es probable que la persona afectada desarrolle algunas patologías que provoquen que el organismo pierda su capacidad de activación. Esta fase provoca debilidad, se descansa mal, aparece sensación de angustia y deseo de huida.

2.4 Tipos de estrés

Poder manejar de una manera apropiada al estrés puede resultar complicado y confuso, puesto que el ser humano se ve y está inmerso en un mundo de constantes cambios, cada vez, la sociedad se muestra más exigente, y en ocasiones el humano es sometido a ciertas presiones incapaces de soportar. Es por lo mismo que cada individuo maneja su estrés de diferentes maneras, Miller y Smith (2008) en su columna sobre "The Stress Solution” mencionan que existen diferentes tipos de estrés: estrés agudo, estrés agudo episódico y estrés crónico y estos varían dependiendo de la prolongación que se tenga de cada uno

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