APRENDIZAJE INFANTIL

El objetivo de la intervención educativa en Educación Infantil es detectar y compensar las características de cada uno de los niños para conseguir un óptimo desarrollo en todos ellos.

Los procesos de enseñanza-aprendizaje tienen diferentes formas, de acuerdo al currículum.

Estas formas se organizan a través de actividades periódicas como rincones de juego, rutinas, hábitos, la hora de música, actividades de lenguaje y actividades que tienen un tiempo determinado como son las unidades didácticas.

Las unidades didácticas se trabajan en grupo en la clase. Todos los niños trabajan sobre el mismo tema y la educadora dirige el desarrollo del tema. Los contenidos más importantes corresponden al área “Descubrimiento del medio físico y social”, aunque a veces se trabaja con otras áreas. Se trabajan a partir de puntos que les interesan a los niños, tópicos, pequeñas investigaciones, proyectos, etc. Son actividades alrededor de un tema, durante un tiempo determinado.

Los rincones de juego: Ahí el niño puede actuar con autonomía y elegir la actividad de acuerdo a sus intereses. El tiempo de duración es corto, pero se retoma cada día y los contenidos tienen una secuencia a lo largo del curso. La dificultad es progresiva pero cada niño va avanzando de acuerdo a sus capacidades y su propio ritmo.

Las rutinas se organizan para dar respuesta a las necesidades de seguridad, estabilidad, afecto y la relación educador-niño. La entrada, la recogida, recreo, alimentación y hábitos de higiene los que permiten trabajar el área de “Identidad y Autonomía Personal” y son los ideales para el desarrollo individual del niño. También permiten desarrollar la autonomía del niño, donde puede progresar a su propio ritmo y donde se puede dar un trato diferente a cada niño.

Aunque cada escuela tiene su propia manera de trabajar, deben respetar algunos principios y condiciones:

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