Alzheimer

ALZHEIMER

El Alzheimer, es una enfermedad que se caracteriza por la perdida progresiva de la memoria. En primera instancia, “se olvida” lo aprendido recientemente casi en forma instantánea.

El no acordarse de la fecha del día de hoy, no recordar en donde vivo o que comí en el desayuno; el no reconocer objetos cotidianos como las llaves; tener una idea y no poderla expresar, olvidar una conversación que minutos antes se tuvo; pueden ser los primeros síntomas del Alzheimer.

El Alzheimer es de origen genético. Es una enfermedad neurológica, degenerativa e incurable, que produce una disminución en las funciones intelectuales (deterioro de la memoria, del pensamiento y de la conducta) suficientemente para intervenir con la capacidad para realizar actividades en la vida cotidiana.

Los síntomas normalmente se presentan en personas de 65 años o más (inicio tardío), aunque también puede afectar a personas de 40 y 50 años (inicio temprano). Las mujeres lo padecen con más frecuencia que los hombres, y en un periodo de 10 años puede provocar la muerte.

De acuerdo al DSM IV el Alzheimer se caracteriza por la presencia de múltiples trastornos cognoscitivos, los que se manifiestan por:

1. Deterioro de la memoria (deterioro de la capacidad para aprender nueva información o recordar información aprendida previamente)

2. Una (o más) de las siguientes alteraciones cognoscitivas:

 Afasia (alteración del lenguaje)

 Apraxia (deterioro de la capacidad para llevar a cabo actividades motoras, a pesar de que la función motora está intacta)

 Agnosia (fallo en el reconocimiento o identificación de objetos, a pesar de que la función sensorial está intacta)

 Alteración de la ejecución (p. ej., planificación, organización, secuenciación y abstracción)

Los déficits cognoscitivos mencionados anteriormente provocan un deterioro significativo de la actividad laboral o social. Estos déficits no se deben a ninguno de los siguientes factores:

1. Otras enfermedades del sistema nervioso central que provocan déficit de memoria y cognoscitivos (p. ej., enfermedad cerebrovascular, enfermedad de parkinson, corea de huntington, hematoma subdural, hidrocefalia normotensiva, tumor cerebral)

2. Enfermedades sistémicas que pueden provocar demencia (p. ej., hipotiroidismo, deficiencia de ácido fólico, vitamina B2 y niacina, hipercalcemia, neurosífilis, infección por VIH)

3. Enfermedades inducidas por sustancias

Aún

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