Analisis De Reactivos

Análisis de reactivos

Dentro de los objetivos principales de un análisis postmorte de una prueba, es el garantizar que hay tenido el éxito al cual fue enfocado y haber arrojado los resultados requeridos y así determinar y reconocer a aquellos reactivos que no cumplieron con las expectativas, o que simplemente no están encaminadas.

Los reactivos también proporcionan información acerca de lo que saben los examinados, haciendo un análisis de los mismos. Cada reactivo y/o prueba es analizado de forma que, usando criterios tanto interno como externo, dichas estadísticas constituyen una base para aceptar o rechazar reactivos específicos.

Se pueden calcular dos coeficientes al analizar una prueba realizada por maestros o administradores de prueba, son el índice de dificultad y el índice de discriminación de reactivos. Éstos índices se aplican a reactivos tanto con referencias a normas como de referencias a criterios. Además de calcular los índices de dificultad y de discriminación de los reactivos de prueba, los reactivos deben examinarse en cuanto a sesgo, ambigüedad y los efectos de la velocidad con que se realizan dichas pruebas.

Las variaciones marcadas de la uniformidad de la distribución de frecuencia de las respuestas a los distractores son un signo de deficiencias en el funcionamiento del reactivo, estas influyen de manera tal que si existe una variación moderada, la prueba puede tomar una curva diferente a la planeada.

Al elaborar una curva característica de los reactivos, la proporción de examinados que dan la respuesta en clave del reactivo se traza contra las calificaciones con un criterio interno (calificaciones de prueba totales) o externos.

Entonces, ¿cómo poder determinar si una prueba ha sido realmente efectiva después de ser analizada?, al momento de hacer el análisis, dependiendo de los resultados y de.

El problema básico y general para todo evaluador es el de saber, con algún nivel de precisión, la calidad intrínseca que tiene la prueba empleada y, en particular, cada uno de los reactivos o ítems empleados.

De un punto de vista general, se pueden distinguir dos grandes corrientes que permiten estudiar la calidad de un reactivo. La primera es la corriente tradicional, fundamentada en el análisis de dos parámetros: la dificultad y la discriminación del reactivo. La segunda, enfocada por la corriente de la Teoría de la Respuesta al Ítem (IRT por sus siglas en inglés, o TRI en español), donde a su vez se engloban las referencias a dos tendencias: el análisis de Rasca (denominado modelo de un parámetro) y los modelos de dos y tres parámetros.

Desde la forma de agrupar ambas corrientes se tiene problemas, debido a que tienen implícitas connotaciones no necesariamente correctas. Este es el caso del análisis de Rasca que, en realidad, no forma parte de la corriente del IRT, pero

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