Aportes de la psicología a la seguridad y la salud ocupacional

Aportes de la psicología a la seguridad y la salud ocupacional

 En la actualidad, tenemos contextos laborales muy distintos a lo que anteriormente en épocas pasadas se conocía.

• La globalización de los mercados.- Se define un «proceso dinámico de creciente libertad e integración mundial de los mercados de trabajo, bienes, servicios, tecnología y capitales.
• La tecnologízación de los medios de comunicación.- A lo que refiere una actualización global en las empresas y sus sistemas tecnológicos de mercadeo.
• El surgimiento de formas inéditas de organización empresarial y la naturaleza cambiante de la fuerza de trabajo, por lo que se ha generado un nuevo perfil del trabajador en el siglo XXI en el que se busca nuevas cualidades en los próximos trabajadores que sean personas con iniciativa, capacidad de adaptación, sólidos valores, responsabilidad, creatividad, liderazgo y madurez emocional para relacionarse con los otros (Goleman, 2010).

Por lo que respecta al trabajo y desarrollo laboral también han cambiado las exigencias, ya que hoy en día ya no es solo un desgaste físico sino mental. A pesar que, la tecnología ayuda apaciguar mucha carga laboral es ahí donde se produce el tecnoestrés. Es por ello, que esta sería una nueva variable en la que sufrirían los trabajadores, provocando una disminución en la productividad de su desempeño. Así mismo, el tecnoestrés se trata de una nueva clase de estrés relacionada con el uso de las nuevas tecnologías en el entorno laboral, el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT) diferencia tres tipos de tecnoestrés:

• La tecnoansiedad: es el tipo de tecnoestrés más conocido y consiste en que el trabajador experimenta altos niveles de activación fisiológica no placentera, así como tensión y malestar por el uso presente o futuro de algún tipo de TIC, lo que le lleva a tener actitudes escépticas respecto al uso de tecnologías y también pensamientos negativos sobre la propia capacidad para manejarlas, llegando en ocasiones incluso a evitarlas.
• La tecnofatiga: se caracteriza por sentimientos de cansancio y agotamiento mental debido al uso excesivo de las TIC. A veces se complementan con actitudes escépticas o creencias de ineficacia respecto a su uso. Además, existe un tipo específico de tecnofatiga, denominado síndrome de la fatiga informativa, que se basa en la sobrecarga informativa que sufrimos cuando utilizamos internet y se deriva de los requisitos que impone la actual sociedad de la información.
• La tecnoadicción: un uso compulsivo incontrolable de las TIC, durante largos períodos de tiempo y en cualquier lugar. Los tecnoadictos son aquellas personas que quieren estar al día de los últimos avances tecnológicos y acaban siendo dependientes de la tecnología, que se convierte en el eje sobre el cual estructuran sus vidas. En este sentido, uno de cada tres encuestados (32%) por el Observatorio de Prevención de Riesgos Laborales (OPRL) asegura que siempre o con frecuencia se siente mal si no tiene acceso a las TIC (mail, móvil, Internet), mientras que un 28% siente un impulso interno que le obliga a usarlas en cualquier momento y lugar.

A su vez el estrés desencadenado lo asocian muchos autores con la accidentabilidad, por lo que diversas variables como la comunicación, el mobbing, el liderazgo descendente, la satisfacción laboral, las relaciones humanas entre compañeros.

Conclusiones:

Recomendaciones:

Mi bibliografía :

«COMPRENDER LA GLOBALIZACIÓN», Luis Fernández Briceño, Madrid. (2000). 245 páginas

Dossier de prensa VII Estudio CinfaSalud: “Percepción y hábitos de la población española en torno al estrés”. 2017.

¿Te abruma la tecnología? Qué es el tecnoestrés y cómo prevenirlo. BBC News. Febrero 2018.

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