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Atracciones Interpersonales Y Sexualidad


Enviado por   •  17 de Julio de 2014  •  2.603 Palabras (11 Páginas)  •  371 Visitas

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Atracción interpersonal

Refiere o señala la captación y seducción entre dos individuos, que conduce a lo que podríamos llamar transición de una amistad o de un simple conocimiento social, a una relación de pareja. La atracción interpersonal es distinta de la percepción del atractivo físico mutuo entre los individuos involucrados, pues el mismo puede ser ocasional y más efímero.

El estudio de la atracción interpersonal se clasifica en la investigación en psicología social, y tiene que ver o se vincula con la admiración por la conducta interpersonal del otro, así como con el amor, con la simpatía mutua, y con la repugnancia y el odio compartido hacia terceros, etc.

Causas

Ciertos factores influyen para que una simple relación social o conocimiento social se transforme, con el paso del tiempo, en un sentimiento más intenso y más arraigado como la amistad o más particularmente como una relación amorosa. Y los factores que en forma más frecuente y recurrentemente influyen para que se realice una transformación de este tipo son los siguientes: atracción física, proximidad psicológica y social, percepción interpersonal, familiaridad y amabilidad, afinidad de gustos e intereses, complementariedad y convivencia, atracción recíproca, simpatía, admiración, confianza, refuerzo o reforzamiento, seguridad, intimidad, atracción erótica y pasión, dedicación al hogar, a la familia, y a la pareja, compatibilidad.

Sexualidad humana

Respuesta sexual humana es el conjunto de cambios físicos y hormonales que poseen los seres humanos frente a las estimulaciones sexuales. Fue estudiada por el famoso ginecólogo William Masters y la Psicóloga Virginia Johnson.

Fase de deseo sexual

La estimulación o la postergación de los impulsos sexuales procede de nuestros pensamientos; estos pensamientos son inducidos por los órganos de los sentidos, en especial la visión, la cual estimula zonas de ensoñación y la fantasía en el cerebro. A su vez, existen conexiones con centros de control hormonal, que secretan especialmente testosterona y hormona luteinizante que aumenta el deseo sexual.

No se observan cambios visibles en el cuerpo durante esta fase, ya que se trata solamente de un proceso mental. La fase del deseo o apetito sexual debe funcionar para que la persona se interese en la actividad sexual.

Fase excitación

La excitación es la primera fase, se puede provocar por muchos estímulos diferentes: la visión de un cuerpo desnudo, una caricia, una mirada... la lista puede ser infinita. Aún no se ha podido clasificar de manera diferenciada si hay algo que excite a hombres y mujeres por separado, aunque las creencias populares son que el hombre se excita más por la visión y las mujeres más por el tacto, la mirada, una palabra o un gesto. Esto no está estudiado a fondo.

Durante la excitación, en los hombres el pene se agranda y endurece, se pone erecto. En las mujeres la vagina se lubrica, la vulva se dilata.

Fase meseta

Aquí la respiración se entrecorta, las pulsaciones son muy altas y todos los efectos de la excitación aumentan. También se produce el rubor sexual, un enrojecimiento sobre todo del pecho y la cara, la tensión muscular aumenta. Al final de la fase de meseta, cerca del orgasmo, es habitual tener la sensación de no poder más.

Si la excitación desaparece durante la meseta y no se produce el orgasmo, se pueden causar algunas molestias. En el hombre pueden doler los testículos y en la mujer se produce una congestión en la zona genital.

Hombres

Cuando la fase de excitación llega hasta su punto máximo, todos los cambios se mantienen en su nivel más alto durante un cierto tiempo llamado «meseta», proporcionando una agradable sensación de placer. El varón puede notar una especie de presión o calor en la zona de la pelvis, que está provocada por el estrechamiento de los vasos sanguíneos, especialmente en las vesículas seminales y la próstata. Durante este momento de aparente calma, la tensión muscular se incrementa. El ritmo cardiaco y la respiración se aceleran. Aumenta asimismo la presión sanguínea.

La duración de esta fase es muy variable. Hay parejas que prolongan voluntariamente este momento por medio de los juegos amorosos para conseguir una mayor satisfacción.

Mujeres

Los cambios alcanzados en la fase anterior de excitación se mantienen e intensifican también en la mujer durante un cierto tiempo. Quizás la variación más significativa es que el clítoris se retrae de nuevo bajo la membrana que lo recubre (el capuchón del clítoris), haciéndose más inaccesible. Poco a poco, los niveles de excitación se van incrementando para preparar la llegada del orgasmo. Los pechos siguen creciendo y la areola se dilata. La vagina sigue expandiéndose. Aumenta la congestión vascular en los labios menores. Los labios mayores se separan aún más. A muchas mujeres les salen unas manchas rojizas por algunas zonas de su cuerpo. Este fenómeno es conocido como «rubor sexual» y no debe preocuparles ya que se debe a un aumento de la circulación de la sangre bajo la piel. Finalmente, tienen en común con los hombres el incremento en la tensión muscular y la presión sanguínea, así como la aceleración del ritmo cardiaco y la respiración.

Fase orgasmo

El orgasmo se presenta tras haber pasado las fases de excitación y meseta, tras el orgasmo se produce la resolución, la 4ª fase. Durante el orgasmo las pulsaciones y la respiración llegan a la máxima frecuencia e intensidad, se produce una gran tensión muscular y contracciones en la zona ano-genital (tanto en el hombre como en la mujer el esfínter anal presenta contraciones rítmicas e involuntarias). En el hombre habitualmente se produce la eyaculación. También en la mujer se puede dar, en algunos casos, un orgasmo líquido, con una eyaculación parecida a la del hombre. Esta eyaculación femenina parece estar relacionada con el punto G. Además de la respuesta física (contracciones musculares, etc.), se produce una respuesta emocional muy variada, que aparte de placer de gran intensidad, puede provocar gritos, llanto o risas. Aunque también es normal una respuesta mucho más contenida. Se ha demostrado que la dilatación pupilar es fugaz, como indicador de estas fases.

Tipos

Dependiendo de su origen y naturaleza, podemos distinguir dos tipos, tanto en hombres como mujeres:

Peneano (masculino) o clitoriano (femenino): es

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