ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Como Trabaja Un Psicoanalista


Enviado por   •  4 de Mayo de 2013  •  2.636 Palabras (11 Páginas)  •  354 Visitas

Página 1 de 11

COMO TRABAJA UN PSICOANALISTA

Cuáles son las fases en el desarrollo temporal de una cura a fin de reconocer el lugar central de cada una de ellas.

Primera fase: Rectificación subjetiva. Se da en el curso de la primera entrevista. Es cuando introducimos al paciente en una primera localización de su posición en la realidad que él nos presenta, de aquí que no importa como la presente, sino la relación que la persona que viene a hacer la demanda tiene frente a sus síntomas, esta relación es la que le da un sentido a cada uno de sus sufrimientos. Se da cuando intervenimos a nivel de la relación del yo del sujeto con sus síntomas. De ahí la importancia de despejar muy bien el motivo de consulta.

La relación del yo con el síntoma se decide en la primera decisión de apelar al otro y es cuando damos nuestra impresión, lo cual implica, en situar al paciente de otro modo en relación con su sufrimiento; es decir, intervenir en el punto mismo en el cual él explica y tener en cuenta cómo lo hace, cual es la teoría que él da del por qué sufre y cómo sufre.

Segunda fase: la del comienzo, constituida por dos actos: el de aceptar al paciente y el de anunciar la regla fundamental. A través de estos dos actos, el analista transmite al paciente la relación que tiene con la historia del psicoanálisis y vehiculiza la experiencia que él mismo ha tenido en su propio análisis.

En esta fase domina la espera de parte del paciente, es el tiempo de la demanda de amor, suscitada por el cuadro trasferencial; no es de amor al analista sino en el sentido de una promesa, de una palabra en espera y se mantendrá hasta tanto el paciente no descubra que es una demanda inadmisible

Tercera fase: la transferencia. Aquí la demanda de amor sufre la decepción. Es cuando descubre su carencia, y se va a transformar en una demanda pasional: violencia, agresividad, odio, y profunda ignorancia. Es un amor que hace daño, el amor de la decepción, este momento se caracteriza por el retorno de lo reprimido de los significantes ligados a las pulsiones. Es como si ese momento de transferencia fuera el más próximo al corazón del yo. Es la aparición de la demanda con D mayúscula.

Freud habla del núcleo patógeno que sería el corazón del yo y en cuanto más se aproxima a éste mayor es la resistencia y que está compuesto de múltiples imágenes de identificaciones imaginarias y en el centro del yo, algo que no es el yo, es lo que sería el goce habitando el yo, el verdadero objeto de goce situado en el centro del yo, es donde aparece la demanda más pura en donde no existe más yo, es donde surgen de allí los elementos más pasionales del amor, odio e ignorancia. En estos momentos fecundos de transferencia dolorosa el analista va a ocupar el lugar del objeto de ese núcleo en el corazón el yo; un tema relevante es la cuestión de las resistencias.

Qué es la neurosis de transferencia: es un producto psíquico, mórbido, espontaneo e inconsciente, es una creación nueva, como un tejido viviente; es una estructura mental, artificial: por lo tanto maniobrable, por un operador, quien ocupando él mismo el centro de esta estructura está en condiciones de interpretarla y responde a tres fines:

Terapéutica: reproducir la enfermedad para poder alimentarla en vivo, lo cual es arriesgado porque redoble la enfermedad a veces a grados tan intenso que podría provocar pasaje al acto de algunos pacientes; como medio de investigación del inconsciente y como fin ético: lo que el paciente ha vivido nunca lo olvidara. El goce experimentado en la transferencia se transforma en acto de abrir un nuevo análisis.

La neurosis de transferencia es uno de los destinos posibles de la pulsión la cual tiene cuatro destinos: la sublimación, la represión, el retorno sobre la propia persona y la reversión de fin activo en pasivo.

La neurosis de transferencia seria el destino analítico de la pulsión, es decir, que deberíamos desde la primera entrevista analizarlo pensando en su capacidad de transferencia en la potencia de la pulsión. De la misma manera que calificamos de invocante la pulsión que gira alrededor del objeto voz, calificaríamos de analítica la pulsión que engloba al analista y sobre la cual se organiza una neurosis llamada de transferencia, podríamos decir que la pulsión va hacia el analista, gira alrededor de él y vuelve al punto de partida.

Cuarta fase: interpretación. Esta se cumple a condición de hacer en nosotros ese silencio que hace surgir el otro para el paciente, ese gran otro que puede surgir y tomar la forma de una interpretación. Estas cuatro fases se superponen entre sí.

Cuáles son los tipos de resistencia:

1.- La resistencia del analista para no llegar a ese momento pasional de la secuencia trasferencial

2.-La del yo: podemos hablar de cuatro que son: Resistencia a experimentar el displacer por la emergencia de lo reprimido inconsciente, es resistencia contra el dolor. El yo invistió otras representaciones inconscientes para desviar la energía psíquica sobre la representación patógena.

2.- Resistencia del beneficio primario y secundario de la enfermedad.

3.- Resistencia del ello comprendida como la compulsión a repetir, es decir a persistir. La resistencia del superyó, es decir el sentimiento inconsciente de culpabilidad manifestado por la necesidad del paciente de sufrir para expiar una falta.

4.- Resistencia de transferencia

En la neurosis de transferencia los síntomas llevan una significación transferencial, esto quiere decir que los síntomas se dirigen al analista, no es solo transferencia sexual, sino que se dirigen al analista, él es el interlocutor y van a demarcar la terapia analítica como aparte de todo otro método terapéutico, lo que diferencia a la psicoterapia del psicoanálisis.

Qué debe hacer el analista

El analista debe encarnar por sus actitudes la expresión imaginaria del objeto no satisfactorio de la pulsión, o sea el falo imaginario .La pulsión quiere siempre ser satisfecha pero no lo logra jamás; si el analista se acerca al velo imaginario de ese objeto, a la expresión imaginaria de ese objeto, automáticamente se instituye como un gran otro interlocutor hacia quien van a dirigirse las demandas.

Si el analista no ocupa ese lugar imaginario que recubre al objeto, entonces la transferencia se convierte en pura pulsión, no habrá otro referente, no habrá demandas, síntomas, sino puestas en acción, pasaje al acto, una especie de puesta al desnudo del objeto.

Qué demanda el paciente: No todo lo que un paciente dice son demandas de

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (15.7 Kb)  
Leer 10 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com