Discursos de odio

Si bien no existe una definición universal para el término "Discursos de odio", según Raúl Gomez, Docente de la Universidad Nacional de Córdoba, un discurso se odio es una práctica de comunicación que persigue cuatro objetivos: romper debate, imponer autocensura, motivar a otros odiantes e imponer agenda. Estos tipos de discursos generan climas y actos violentos, van en contra de las minorías, se rigen bajo un pensamiento autoritario y se expanden en cadena, es decir, se viralizan.

Dicho esto, nace una discusión que sugiere que los discursos de odio manifiestan algún tipo fascismo, debido a que ciertas características de este movimiento se asemejan al objetivo de la proliferación de discursos de odio. El motivo de este trabajo es complementar las posiciones y fundamentos de dos expertos en relación con este tema. Se examinan las posturas presentadas por Daniel Rafecas, Doctor en Derecho penal en la UBA, en su obra "Una mirada actual acerca de la propagación de discursos de odio", y de Jose Natanson, periodista, politólogo y escritor argentino, en su artículo" Los usos del odio".

En relación con el debate planteado, tanto Daniel Rafecas como Jose Natanson, afirman que es acertada la idea de que los discursos de odio ponen en manifiesto algún tipo de fascismo. Se analizarán dos aspectos temáticos para fundamentar esta hipótesis: la definición de los discursos de odio y su relación con la vida democrática.

Respecto a que es un discurso de odio Daniel Rafecas destaca que son discursos propagados por mayorías en contra de minorías segregadas y diferenciadas desde el punto de vista religioso y étnico. Estos discursos son herramienta fundamental para la construcción de un enemigo, y lograr así crímenes masivos en los procesos genocidas del último siglo. La difusión de los DDO tiene como objetivo deshumanizar a ciertos grupos, fomentar el odio y justificar la violencia, objetivos conectados firmemente con la ideología fascista. De forma parecida, Jose Natenson pone el énfasis en que el discurso de odio es un discurso agresivo y discriminatorio que utiliza un sector de la población para responsabilizar por sus problemas, e intentar culpar por lo que sucede a ciertos grupos sociales, étnicos o religiosos, grupos en general vulnerables. Hay ciertos líderes que movilizan el odio “contra un grupo social determinado como política, y que al hacerlo habilitan al resto de la sociedad a expresar su agresividad sin inhibiciones”, mismo modo operativo que utiliza el movimiento fascista.

Ambos pensadores destacan que los discursos de odio tienen un impacto negativo en la vida democrática de las sociedades. En primer lugar, Daniel Rafecas señala que, a lo largo de los últimos siglos, y en lo que va del siglo XXI, los discursos de odio fueron y “son una condición necesaria para la consumación de un genocidio, es decir, para la consumación de Auschwitz o de la ESMA”. Las personas y organizaciones comprometidas con la con la protección de los derechos humanos y consolidación de la democracia deben estar alerta y conscientes de la aparición, difusión y promoción de discursos de odio que se están difundiendo cada vez con más frecuencia, especialmente en algunos ámbitos que son más susceptibles a su influencia, y particularmente preocupante es su impacto en las nuevas generaciones.
Por su parte, Jose Natenson enfatizó que estamos transitando un tipo de fascismo democrático que se opone al sentido de comunidad y fomenta el individualismo extremo presente en las sociedades contemporáneas. Los discursos de odio buscan ampliar la libertad individual sin restricciones, desde la libertad para educar a los hijos sin educación sexual integral impuesta por el Estad (ignorando que dicha política fomenta la democracia), hasta la libertad de salir a la calle y exponerse al contagio del coronavirus, conociéndose que la cuarentena busca garantizar la capacidad del sistema de salud para atender a los enfermos y frenar la propagación del virus. Estos discursos son una reacción contra los avances en pluralismo, tolerancia a la diversidad y multiculturalismo.

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