EL ESTILO PERSONAL DEL TERAPEUTA

Titulo:

EL ESTILO PERSONAL DEL TERAPEUTA

Fecha de elaboración:

10 / 10/ 2021

Referencias:

Oblitas, L. (2008). Psicoterapias contemporáneas. Cengage Learning,:Capítulo 2. “El estilo personal del terapeuta” páginas 15-28

Palabras clave:

Psicoterapia, terapeuta, paciente, comunicación, técnica, modelo, personal.

Cuestionamientos previos

¿Qué y cuánto impacto tiene el estilo personal del terapeuta en un proceso psicoterapéutico?

¿Qué y cuánto impacto tienen las características de personalidad del paciente ante en un proceso psicoterapéutico?

Síntesis o reseña:

La psicoterapia tiene como intención procesos de cambio, los cuales dependen de la acción conjunta de factores, mismos que se caracterizan por ser específicos o inespecíficos. Por tanto los factores específicos, constituyen las técnicas empleadas por el terapeuta, mientras que los factores inespecíficos que conjuntan fenómenos que se asocian con las condiciones interpersonales y contextuales del propósito terapéutico. Un factor importante que implica el propósito contextual terapéutico está definido por el estilo personal de terapeuta, dónde se define como el conjunto de condiciones singulares que conducen a un terapeuta operar de un modo particular en su tarea profesional. Ducrot y Todorov, en 1974, Explicaban que las pautas habituales que identifican un modo de acción habitual se refieren al estilo personal de terapeuta otros autores sostienen que el estilo son cualidades o propiedades específicas individualizadora en un contexto social específico con ciertas funciones y efectos especiales en un proceso de comunicación. 

El estilo personal de terapeuta ejemplifica las características habituales que cada terapeuta Establece en su ejercicio profesional, es decir que se podría mencionar Qué es la descripción peculiar de su propia forma de ser más allá del enfoque utilizado en su trabajo o de los requerimientos que se requieran para cada intervención y tema a tratar.  Las condiciones personales de los psicoterapéuticos han sido un aspecto estudiado desde los comienzos de la práctica terapéutica, sin embargo, pocas conclusiones se han tenido y definido.  a lo que sí se ha acordado una unificación es que el estilo personal terapéutico consta de tres factores: 1.- posición socioprofesional, 2.- situación vital, 3.- formas dominantes de comunicación empleada.[pic 1]

El proceso de efecto y demanda está altamente relacionado con la psicoterapia sin embargo habrá que considerar que está oferta y demanda puede estar determinada por el tipo de sistema en el cual se ejerce la práctica psicoterapéutica ya sea de forma pública o comunitaria e incluso privada, si el proceso está respaldado individualmente a través de una empresa de servicios de salud o de alguna empresa relacionada al aspecto laboral.  también que entre el profesional y el cliente constituye una gran importancia.  la diversidad cultural puede ser gestionada de tal forma qué los inconvenientes habituales sean menores o tan grandes como para asociarse con el fracaso terapéutico, sin embargo, tan que allá con homogénea homogeneidad sociocultural tenga que ser tendiente al éxito terapéutico, sobre todo porque grados de diferentes perspectivas pueden ser útiles para los procesos de cambio.

De la situación vital de terapeuta podríamos considerar específicamente la situación biológica, intelectual emocional sin embargo es importante considerar la experiencia y la formación del terapeuta y no hablamos necesariamente de haber vivido las dificultades o los conflictos con los que llega el paciente, sino la experiencia qué tienen el trato y trabajo para con los pacientes.  Es altamente demandante para ser terapeuta el asistir a su propio proceso psicoterapéutico para poder dividir y evitar efectos negativos sobre este proceso.

La forma de comunicación está intencionada a considerar funciones primordiales en este proceso tal es el caso de funciones instruccionales, evaluativa, de atención, expresivas operativas y de compromiso vincular.  Hay aspectos muy específicos en los cuales habrá que considerar la extensión total refleja límites de desempeño favorable positivo dejando excluidas acciones interrogativas; y una acción global de funciones expresa el conjunto de rasgos actitudes, y disposición que todo terapeuta tienen evidencia durante el ejercicio de su práctica profesional. 

Sí bien es importante para el proceso de psicoterapia Definir la propuesta teórica o clínica que se plantea es necesario considerar que no todas las técnicas están limitadas aplicarse en una propuesta teórica o clínica en la que se generó puesto que la eficacia de cada técnica puede favorecer a un enfoque ecléctico e integrativo para el bien y propósito del proceso psicoterapéutico.

Los modelos tradicionales de psicoterapia tienen una concepción teórica sobre aspectos primordiales, tales como la personalidad y dominio de psicopatología aplicado a los procesos de cambio. Considerando así la interacción entre paciente y terapeuta, las intervenciones terapéuticas, los aspectos de evaluación. En el aspecto práctico se da por hecho que las variaciones significativas entre los estilos personales del terapeuta pueden estar definidos por este mismo proceso ya que es una condición de gran singularidad y variabilidad

Conclusiones:

Si bien la formación profesional, en tanto a conocimientos es casi la totalidad del rol que cumple y define al psicoterapeuta, es necesario establecer que existen formas y maneras de abordar el proceso psicoterapéutico, mismo que en la actualidad se esta formando a los estudiantes de la salud mental, sin dejar a un lado los aspectos técnicos, ni prácticos que se requiere.

  Habrá que establecer que como menciona Oblitas (2008) los resultados esperados de la psicoterapia están directamente relacionados con a la interacción entre una indicación técnica y el estilo personal del terapeuta, quien es el que dirige, propone y gestiona y propicia.

La duración de a psicoterapia es una variable que influye para los resultados constantes o incluso permanentes que busca el proceso de cambio.

Por tanto, la duración de los tratamientos, tendrá que ser parte del planteamiento de los objetivos que se establecen al inicio de los mismos, considerando que los elementos que evidencien el avance o progreso sean lo más objetivos posibles para paciente y psicoterapeuta.

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