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EL SIGNO Y SINTOMA


Enviado por   •  22 de Septiembre de 2014  •  2.165 Palabras (9 Páginas)  •  319 Visitas

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La Semiótica y la noción del Signo y Síntoma en la Psicoterapia Psicodinámica – TEMA 4

La semiótica es una ciencia general de los signos que consiste en tres componentes relacionados entre sí:

1. La sintaxis, que se ocupa de la coordinación de formas sígnicas;

2. La semántica, ciencia del significado;

3. La pragmática, que se ocupa del modo en que los hombres usan los signos y lo que pueden hacer con ellos interactuando con los otros.

El concepto central que relaciona entre sí estas tres disciplinas es la noción de signo o, mejor, de forma sígnica.

El SIGNO.

Es un término de uso común para indicar de forma genérica o indiferentemente aquellos que los semióticos distinguen como índices, síntomas, señales, símbolos,etc.

El índice: es un signo que tiene una conexión física con el objeto que indica. Es la emanación o el producto visible de algo que está escondido. El humo perceptible es indicio del fuego que no vemos. Un signo, entonces, es un índice si el objeto del cual proviene no es perceptible, se produce independientemente de la presencia de un receptor y está siempre conectado a una situación concreta.

La señal: se diferencia del índice por la presencia en sí misma de una cierta intención de comunicar y, por consiguiente, presupone la presencia de un destinatario. Es producida por un emisor para modificar el comportamiento del receptor o para satisfacer una necesidad, o incluso para lograr un fin determinado.

El ícono: es un signo que tiene con su objeto una relación de semejanza. El ícono es, por ende, un signo particular en cuanto no deriva el objeto que representa, pero es producido por el hombre a imagen del objeto que quiere representar.

El símbolo: es un signo arbitrario cuya relación con el objeto está establecida por una ley.

En el Diccionario crítico de psicoanálisis de Rycroft, se lee:

“Un signo indica la presencia de algún proceso o fenómeno. Se requiere diferenciarlo del síntoma y del símbolo. En medicina, un signo es un fenómeno que el médico observa cuando examina, que le indica la presencia de algún proceso patológico, de modo que le permite afirmar que el paciente tiene (o no tiene) los signos de una determinada enfermedad; un síntoma, en cambio, es un fenómeno que causa sufrimiento al paciente y para el cual éste solicita alivio. Un signo puede ser o no ser perceptible por parte del paciente y, si es perceptible, puede causarle o no sufrimiento. Un síntoma puede ser o no también un signo. En la histeria de conversión, el paciente se lamenta de síntomas físicos, pero el médico no logra descubrir ningún signo de enfermedad física; sin embargo, si es afortunado, descubrirá los signos de una enfermedad neurótica. Un signo patognomónico indica por sí solo la presencia de alguna enfermedad en particular.

En la teoría psicoanalítica, un signo indica la presencia de algo, mientras un símbolo se refiere a algo distinto de aquello que es, y su importancia deriva de alguna otra cosa. Gritos inarticulados, expresiones y gestos desamparados y las manifestaciones físicas de la angustia son signos de aquello que al sujeto le está ocurriendo, mientras las imaginaciones oníricas, los síntomas neuróticos de conversión son símbolos, porque las cosas a las cuales se refieren se pueden alcanzar sólo con la interpretación. Los signos revelan su significado directamente (a miembros de la misma especie); los símbolos necesitan una decodificación. Según el uso general, pero no según la teoría clásica, que define los símbolos en un sentido especial, las palabras, las banderas nacionales y los emblemas son símbolos, porque su significado deriva únicamente del conocimiento aprendido de que se refieren a algo diferente de ellos”.

Rycroft, al describir la acción del analista cuando establece una relación entre él y el paciente, dice:

“La primera cosa que hace (el analista) es proveer un ambiente donde esta relación pueda desarrollarse. Esto comprende, entre otras cosas, una habitación tranquila con muebles, una puerta cerrada, citas frecuentes y regulares, y el mismo analista. Este ambiente es en sí mismo una comunicación para el paciente, porque todos sus detalles son signos con los que el analista intenta asumir una cierta postura con respecto al paciente, la intención de escucharlo, ocuparse de él o ella sin pedir que el paciente se ocupe del analista, y proteger el contacto entre ellos de interrupciones y distracciones externas. En otras palabras, le dice al paciente que intenta ofrecerle el componente de una relación objetal, una persona que mantendrá un interés constante y estable para su objeto, el paciente. Él lo hace, entonces, en primer lugar, por medio de signos que indican la presencia de una situación psicológica particular. La posición de la silla del analista en relación con la que ocupa el paciente significa que está preparado para escuchar al paciente, los acuerdos relativos a los horarios de las sesiones significan que está preparado para seguir haciéndolo, etc. Estos detalles son todos signos de la contribución del analista para instaurar una relación entre él mismo y el paciente.

Aquí hemos hecho la distinción establecida por los lógicos entre signos y símbolos. Los signos indican la existencia o la presencia de algún proceso, objeto o condición, mientras los símbolos se refieren a, o representan, concepciones de procesos, objetos o condiciones. Los signos psicológicos son también señales, desde el momento que su función es la de comunicar a un objeto que reacciona. El llanto de un niño no es sólo el signo de que hay un niño apenado; es también una señal de pena, que tiende a suscitar una reacción apropiada, de la madre.

Parece que los signos desempeñan un papel fundamental en la comunicación de los afectos, dado que la mayor parte de las formas de expresión emotiva son innatas y son comprensibles sólo en relación con ellos. También las palabras usadas en el análisis son símbolos, porque se refieren a ideas en la mente del paciente y del analista, pero las reflexiones y los tonos del discurso son signos, porque indican el estado afectivo de quien habla. Después que el analista ha introducido al paciente en la situación analítica, comienza la comunicación simbólica explícita”.

EL SÍNTOMA.

En semiótica, el síntoma es un índice de una enfermedad dada. Del índice, justamente, el síntoma médico tiene la característica de ser

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