EMOCIONES EN PSICODRAMA

EMOCIONES EN PSICODRAMA

• Rol de Coordinador. La transición entre ser parte integrante de un grupo y coordinar

La experiencia de ser parte de un grupo implica, en relación a la tarea, recibir consignas, acatarlas o no, integrarlas con lo que uno trae de la experiencia del día y de la propia historia. Además relacionarse con otros. Comprometerse, participar, crecer…

Cuando uno asume el rol de coordinación, la percepción de todas las instancias nombradas… cambia. Los tiempos internos vs. los tiempos reloj que uno preestablece en la planificación para una consigna, varían sensiblemente cuando uno guía una experiencia para otros.

Es un desafío entrenar el ojo y la sensibilidad para saber que es lo que está pasando en el interior de cada participante. Poder llevar… acompañar la experiencia interna y no quedarse en los movimientos externos de cada integrante.

Lo que yo “siento” o “creo”, no es lo que percibe el resto del grupo. Pretender generalizar mi percepción sin “escuchar” a los otros, puede llevarnos a errores en las intervenciones.

A decir de S Kesselman “la observación de la propia conducta corporal se nutre de la observación de la conducta en el cuerpo de otros”

El trabajo radica en “… alcanzar una observación no intelectual sino sensitiva, una inteligencia sensorial” que se irá logrando con el trabajo inicial de auto-observación.

Para asumir el rol de coordinador, cuando uno tiene incorporado el rol de integrante, es necesario desarrollar cualidades de escucha, de mirada, de contención…

Según el apunte de Patricia Mercado sobre Coordinación de Grupos y el Cuerpo del Coordinador, nos surge reflexionar acerca de propiciar la autonomía en el encuadre de los grupos de aprendizaje de Psicodrama

La tarea planteada tiene que ver con el aprendizaje del registro de emociones y su relación con el cuerpo. Buscamos dispositivos que despierten emociones más que razonamientos y queremos relacionar estas diferentes emociones con su localización corporal.

¿Cómo generar autonomía? ¿Cómo ser “tutores”, guías y no imponer lo propio como única mirada valida?

Frecuentemente, en el momento final de los encuentros de Psicodrama, nos maravillábamos con el acompañamiento del director al protagonista de la escena, a fin de que encontrara su camino a las emociones, sin “interpretar” lo que al otro le pasa, más bien, preguntando, acompañando y respetando las “verdades” y tiempos de cada uno.

Los que acompañan este proceso como público o yo auxiliares, transitan este camino a través de sus propias resonancias y consonancias, En todos los casos la coordinación también acompaña sus verdades y tiempos, sin emitir juicios de valor ni interpretaciones psicoanalíticas. Esto ayuda a que los integrantes se hagan cargo y tomen conciencia de sus emociones en el proceso de auto-conocimiento y no esté depositado en el saber de los coordinadores. Facilita la autonomía y la responsabilidad que se va adquiriendo frente a la perspectiva de coordinar grupos.

• Contexto en Psicodrama

Pudimos vivenciar durante este año, como el contexto social, se hacía presente en las escenas, sin que esto fuera propuesto por la coordinación. El espacio permitía el atravesamiento de situaciones del contexto como por ejemplo el tsunami. También ocurrió con situaciones de índole más personal como la enfermedad y la muerte. Aunque no fue explicitado verbalmente fue muy interesante como el grupo y la coordinación “entraron y pudieron salir “de una temática tan dolorosa.

Las multiplicaciones habilitaron el trato con humor como alternativa reparadora

Es parte del aprendizaje saber que el contexto se va a filtrar… ¿le hacemos lugar o lo bloqueamos? Obviamente todo aquello que se reprime se actúa de alguna manera, por lo que “escuchar” más allá de lo verbalizado es sano e imprescindible.

• Caldeamiento. De la sensación a la escena

El objetivo final del caldeamiento para el Psicodrama es la producción de escenas, que luego serán trabajadas.

Algunas preguntas surgen de esta práctica:

¿Por qué hay caldeamientos que producen más escenas que otros?

¿De dónde surgen las escenas?

¿Cómo orientar el caldeamiento hacia lo que queremos trabajar en un grupo?

Desde lo observado, aquellos caldeamientos que dirigen cada movimiento, con poco tiempo para el desarrollo de la consigna, propician en los participantes una actitud infantil en la que ellos sólo harán lo que se les diga sin generar movimientos propios. A su vez la persona que desea desarrollar un movimiento propio, puede sentirse excluida del resto, que seguirán todas las consignas, paso a paso.

Decimos movimiento en el sentido externo e interno, o sea, los brazos se extienden a los lados y se mueven (movimiento externo) y los brazos extendidos me hacen sentir pájaro, o ser un niño corriendo a los brazos de su padre… (movimiento interno)

Aquellos caldeamientos que son un zaping de consignas, quedan en la superficialidad, no permiten que fluyan del interior las emociones

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