EVOLUCION HISTORICA DE LA SEXUALIDAD

EVOLUCION HISTORICA DE LA SEXUALIDAD

La sexualidad evolucionó junto con la mentalidad del ser humano. Comenzó en la prehistoria como una simple satisfacción del impulso reproductivo. Luego ocupó un sitio en las creencias religiosas. Más tarde fue perseguida y reprimida por la sociedad. En la actualidad, la civilización intenta desarrollarla de una manera plena y racional, para superar los excesos a que ha conducido, en parte, la revolución sexual de las tres últimas décadas.

La sexualidad pasa a ocupar un lugar importante en la civilización con el descubrimiento de la agricultura, pues permitió a las tribus establecerse por períodos prolongados en territorios fijos, con lo que hombres y mujeres pudieron por fin conocer el placer de reproducirse. En ese momento, la humanidad identifica a la mujer (da vida) con la tierra (da frutos). Así nace un culto a la sexualidad femenina que sólo relegarían, las religiones judaica, cristiana e islámica.

Primitivo

"El hombre primitivo inicio su camino en el mundo sin que existieran reglas sexuales ni propiedad privada, que vivía en completa libertad, le era permitido todo. (...) No existían ni derechos, ni obligaciones, nadie se ofendía ni pensaba en la inmoralidad. (...) La mujer era altamente valorada, sustentaba el poder y el mando al igual que el hombre, más tarde este empezó ambicionar el poder."

Feudalismo

En esta etapa de la historia reinaba el esquema patriarcal donde los derechos de la mujer no existían, ejemplo de ello la creación del cinturón de castidad.

El feudal tenía el privilegio del derecho de pernada "consiste en que el señor feudal pasara la primera noche de bodas con la esposa recién casada de su siervo, este acontecimiento fue cuestionado reiteradamente; sin embargo, nunca como una ofensa o atropello a la mujer, sino como un ultraje al marido."

El esposo debía mostrar que él era el hombre de la casa, asistiendo a burdeles aunque la mujer supiera, no importaba, porque ella estaba hecha para tener hijos y servir a su esposo.

Los jóvenes entre 15 a 30 años que no asistieran a un prostíbulo eran acusados de homosexuales o de tener relaciones con miembros de su familia y estas acusaciones se penaban con la muerte.

Los curas iban a burdeles por el simple hecho de ser hombres, porque si no también serían tachados de homosexuales, así¬ tenían tranquilos a sus fieles. Tenían mujeres a capricho, las monjas igual y podían abortar si lo querían.

Si una mujer era sorprendida en adulterio la iglesia le permitía al esposo matarla, aunque l si pueda tener una vida doble. Pero la ofensa no era por el acto sexual si no por la honra del marido. La mujer era un ser maligno que induci¬a al hombre al pecado.

...