Educacion En La Epoca Colonial

Educación y la época colonial: La nueva España y su afán de una educación evangelizadora

A partir de la llegada de los españoles a nuestro país, la religión católica con intenciones evangelizadoras ha sido siempre una característica presente en la sociedad, la política y la educación, un estigma del pueblo mexicano. Dicho estigma no pudo menos que hacerse presente durante los primeros años posteriores a la conquista, siendo España un pueblo altamente católico intentó evangelizar, y por ende “civilizar”, por “medios cristianos” (a la fuerza), al pueblo recién descubierto. Ardua tarea de insospechables problemas para los evangelizadores, entre los cuales, está el hecho de que fue extremadamente difícil convencer a los indígenas de la existencia de un alma; estos desafiaban, en latín, las falsas afirmaciones que defendían la existencia del alma. En otras palabras el pueblo indígena no era tonto, ni mucho menos ingenuo, digo, difícilmente se podría dejar atrás tan preciosas costumbres y tan estructurada educación, (con ideales formativos, verdaderamente profundos y sabios), por las monótonas e insulsas nuevas costumbres traídas del viejo mundo. Como respuesta a esto, la mayoría de los colonizadores empezaban a cuestionar si, al menos, estos nuevos seres inferiores tenían un alma, más aún, no consideraban digno el hecho de la discusión de los saberes divinos por parte de estos salvajes. Pareciera que los colonizadores habían olvidado que acababan de salir de la dominación por parte de los moros y a consecuencia venían “…de una España agraria, religiosa y guerrera que vino a las Indias con espíritu de cruzada y de rapiña, con la cruz en lo alto y la bolsa vacía, con codicia de riqueza y de almas…”, a causa de esto solo querían evangelizar y robar a unos “salvajes” que no lo necesitaban.

Era urgente, desde el punto de vista español, una instrucción para los indígenas acerca de las bellas artes y la filosofía, las cuales estaban dominadas por la religión, es por esto que en 1536 se funda el Colegio de Santa Cruz de Tlatelolco, siendo el primer esfuerzo para la creación de docentes que, en la lengua nativa de los indígenas, les enseñarían estas dos materias. Con esto podemos ver cómo el nuevo reinado, está tratando de dar una educación “adecuada” a los indígenas prehispánicos. Sin embargo la mayoría de la educación estaría dedicada a los nobles españoles, y los criollos de clase alta, dejando de lado la enseñanza de ciencias para los indígenas

Posteriormente en 1547 se concede la primer cédula a la Real y Pontificia Universidad de México, sin embargo hubo una segunda y definitiva en 1551. Gracias al esfuerzo constante del virrey Antonio de Mendoza, los criollos al fin tenían una educación de calidad que, a partir de 1553, sería un ícono de la vanguardia en educación superior. Durante los 2 siglos siguientes esta institución sería reconocida en los círculos intelectuales como formadora de personas de saber. A finales del siglo XVIII tenía 29 882 bachilleres y 1 162 doctores graduados. Esta cantidad de graduados muestra el gran interés y esfuerzo por dar una educación de calidad en la Nueva España, se había logrado reunir una gran cantidad de recursos económicos, humanos y académicos, con lo cual se buscaba lograr una educación digna para los criollos, que sirviera de referencia académica, pero sin poder concluir sus estudios debido a razones económicas.

A partir de 1573 se fundaron los colegios universitarios, los cuales se dividían en 3 tipos dependiendo de sus objetivos educativos:

1. El Colegio de Comendadores de San Ramón Nonato, se encargaba de la formación de funcionarios.

2. El Colegio Mayor de Santa María de Todos los Santos, se distinguía por su excelencia académica y su exhaustiva selección

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