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El Arte De La Paz


Enviado por   •  14 de Mayo de 2014  •  4.114 Palabras (17 Páginas)  •  193 Visitas

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El arte de la Paz comienza contigo. Trabaja en ti mismo y en tu tarea destinada en el Arte de la Paz. Todo el mundo tiene un espíritu que puede ser refinado, un cuerpo que puede ser entrenado de cierta manera, un camino adecuado el cual seguir. Tu estas aquí sin ningún otro propósito que comprender tu divinidad interna y manifestar iluminación innata. Crear paz en tu propia vida y luego aplicar el Arte a todo que te encuentres.

Uno no necesita edificaciones, dinero, poder o status para practicar el Arte de la Paz. El Cielo está aquí mismo donde te encuentras parado, y ese es el lugar para entrenar.

Todas las cosas, materiales y espirituales, se originan de una fuente y están relacionadas como si fueran una sola familia. El pasado, presente, y futuro están todos contenidos en la fuerza vital. El universo emergió y se desarrollo de una sola fuente, y nosotros hemos evolucionado a través del proceso optimo de armonización y unificación.

El Arte de la Paz es medicina para un mundo enfermo. Hay maldad y desorden en el mundo porque la gente ha olvidado que todas las cosas emergen de una sola fuente. Regresa a esa fuente y dejar atrás todos esos pensamientos egocéntricos, deseos sin importancia, y cólera. Aquellos que están poseídos por nada poseen todo.

Si no te haz vinculado a ti mismo al verdadero vacío, nunca entenderás el Arte de la Paz.

El Arte de la Paz funciona en cualquier lado de la tierra, en reinos que recorren desde lo vasto del espacio hasta las plantas y animales más pequeños. La fuerza vital es totalmente penetrante y su fuerza es ilimitada. El Arte de la Paz nos permite percibir y conectarnos dentro de esa tremenda reserva de energía universal.

Ocho fuerzas sostienen a la creación: Movimiento y quietud, Solidificación y fluidez, Extensión y contracción, Unificación y Creación.

La vida es crecimiento. Si nosotros dejamos de crecer, técnicamente y espiritualmente, nosotros somos tan buenos como un muerto. El Arte de la paz es una celebración de la unificación del cielo, la tierra, y la humanidad. Todo esto es verdadero, bueno, y hermoso.

Ahora y de nuevo, es necesario que té apartes a los adentros de montañas profundas y valles escondidos para restaurar tu vínculo con la fuente vital. Inhala y déjate remontar hacia el fin del universo; exhala y conduce el cosmos de nuevo adentro. Finalmente combina el aliento del cielo y el aliento de la tierra con el tuyo, convirtiéndose en el aliento de la vida misma.

Todos los principios del cielo y la tierra viven dentro de ti. La vida misma es la verdad, y esto nunca cambiará. Todo en el cielo y la tierra respira. La respiración es el hilo que se amarra a la creación con todo. Cuando el millar de variaciones en la respiración universal pueden ser sentidas, las técnicas individuales del Arte de la Paz han nacido.

Considerando la decadencia y abundancia de la marea (marea alta y baja). Cuando las olas vienen a golpear la orilla, ellas hace una cresta y caen, creando un sonido. Tu respiración debe seguir el mismo patrón, absorbiendo el universo entero en tu ombligo con cada inhalación. Sabiendo que tenemos acceso a cuatro tesoros: la energía del sol y la luna, el aliento del cielo, el aliento de la tierra, y la abundancia y decadencia de la marea.

Aquellos que practiquen el Arte de la Paz deben proteger el dominio de la Madre Naturaleza, la divina reflexión de la creación, y mantenerlo con amor y fresco. El guerrero de la nave le da nacimiento a la belleza natural. Las sutiles técnicas de un guerrero se alzan tan naturalmente como la aparición de la primavera, verano, otoño, e invierno. El guerrero de la nave no es otro más que la vitalidad que sostiene toda vida.

Cuando la vida es victoriosa, hay nacimiento; cuando es frustrada, hay muerte. Un guerrero siempre está en la lucha de una pugna de vida o muerte por la paz.

Contempla los trabajos de este mundo, escucha las palabras de los sabios, y toma todo lo que es bueno para ti. Con esto como tus fundamentos, abre tu propia puerta a la verdad. No pases por alto la verdad que está enfrente de ti. Estudia como el agua fluye en un arroyo en un valle, suave y libremente entre las rocas. También aprende de los libros sagrados y de la gente sabia. Todo – hasta las montañas, los ríos, las plantas, y los arboles – deben ser tus maestros.

Crea cada día nuevamente vistiéndote con el cielo y la tierra, bañándote con sabiduría y amor, y situándote en el corazón de la Madre Naturaleza.

No falles al aprender de la voz pura del arroyo que nunca para de fluir de la montaña que salpica con las rocas.

La Paz se origina con la fluidez de las cosas – su corazón es como el movimiento del viento y las olas. La Vía es como las venas circulan sangre a través de nuestros cuerpos, siguiendo la fluidez natural de la fuerza vital. Si eres separado en lo más leve de esa esencia divina, tu estás muy lejos del camino.

Tu corazón está lleno de fértiles semillas, esperando a germinar. Tal como la flor de loto se levanta del lodo a florecer espléndidamente, la interacción del aliento cósmico causa que la flor del espíritu florezca y germine frutos a este mundo.

Estudia las enseñanzas del árbol del pino, del bambú, y del ciruelo en flor. El pino está siempre verde, con las raíces firmes, y venerable. El bambú es fuerte, resistente, irrompible. El cerezo en flor es duro, fragante, y elegante.

Siempre mantén tu mente tan brillante y clara como el vasto cielo, el gran océano, y el pico más alto, vacío de todo pensamiento. Siempre mantén tu cuerpo lleno de luz y calor. Llénate a ti mismo con el poder de la sabiduría y de iluminación.

Tan pronto como te inquietes con lo “bueno” y lo “malo” de tus compañeros, te creas una abertura en tu corazón para que entre la malicia. Probar, competir, y criticar a otros te debilita y te derrota.

El brillo penetrante de espadas esgrimidas por los seguidores de la Vía golpean al malvado enemigo acechando profundamente dentro de sus propias almas y cuerpos.

El Arte de la Paz no es fácil. Es una pelea hasta el final, con la muerte de todo deseo malvado y toda falsedad dentro de uno. En ocasiones la Voz de la Paz resuena como el trueno, sacudiendo a los seres humanos de su estupor.

Cristal claro,

Afilado y brillante,

La sagrada espada

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