El acoso escolar también involucra a la familia

        EL ACOSO ESCOLAR TAMBIÉN INVOLUCRA A LA FAMILIA

INTRODUCCIÓN                

 Inicialmente descrito por Heineman y Olweus, el acoso escolar es una forma de violencia que se da entre compañeros y por tanto frecuente este contexto. Así pues, en el Perú, es uno de los problemas más preocupantes dentro del ámbito educativo. Según la Encuesta Nacional de Relaciones Sociales (ENARES 2015): Alrededor del 75 % de estudiantes han sido víctima de agresiones por parte de sus compañeros alguna vez. En tal sentido, podemos decir que el acoso escolar tiene un efecto negativo en el estado psicológico del estudiante y como consecuencia influirá su conducta y comportamiento en diversos espacios, uno de ellos el de la familia. El objetivo es presentar las señales (conducta- comportamiento) de un alumno víctima de acoso, además de cómo influye y afecta en la familia este problema.

DESARROLLO

Es importante reconocer los tipos de patrones de comportamiento en las víctimas de acoso escolar. En primer lugar, se encuentran las víctimas pasivas pues según Davis (2008) “Las víctimas pasivas o sumisas, a través de sus comportamientos y actitudes, muestran que están ansiosas e inseguras de sí mismas, se sienten menos atractivas físicamente, o presentan características que les disminuyen su autoestima como el sobrepeso, alguna discapacidad o bajo rendimiento académico”. Debido a ello es que, usualmente están en situaciones de aislamiento social, teniendo problemas en la comunicación asertiva o empatía, no tienen amigos, muestran miedo y vulnerabilidad con sus agresores. Muchos de ellos, según estudios, provienen de familias muy sobreprotectoras.

En segundo lugar, tenemos las víctimas activas o agresivas las cuales ´´suelen  reaccionan con vehemencia ante el acoso escolar de tal manera que esa reacción se convierte en justificación del acoso´´ (Revista Médica de Risaralda ,2018). Al igual que el primer tipo, estas personas se encuentran en condición de aislamiento social y por supuesto, frecuente tienen una tendencia excesiva a actuar de manera impulsiva o tienden a reaccionar de forma irritable y provocadora. Las reacciones y provocaciones de la víctima pueden ser de muy distintos tipos, como violencia física o verbal, amenazas o manifestaciones muy notorias de dolor. Al igual que las víctimas pasivas, estas también provienen de un patrón de familia, solo que en este caso tienden a ser familias hostiles; reactivos, por el hecho de desbordarse emocionalmente en situaciones extremas; y coercitivos puesto que fuerzan la voluntad o conducta de alguien.

El problema del acoso escolar deriva a la familia y por ello es fundamental la comunicación entre los integrantes. Muchos estudios destacan la importancia de la comunicación entre padres e hijos al momento de protegerlos contra el bullying. Además, según Alikasifoglu (2007)´´ Mientras que los niños que presentan problemas para hablar con sus padres están más a menudo implicados en bullying, los niños que dicen tener buena comunicación con sus padres son con menor probabilidad víctimas y/o agresores´´. El clima familiar es otro factor importante, puesto que un   estudio de Chaux (2009) reveló que hubo menor implicación en bullying en aquellos participantes que no estaban expuestos al conflicto doméstico, mientras que la violencia en el hogar o ambientes familiares gravemente disfuncionales se relacionaron con este problema.

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