El asesor comercial

El asesor comercial debe conectar perfectamente con su mercado, conocer las expectativas de sus clientes y saber satisfacerlas. Estas son las cualidades de los mejores comerciales:

Gran comunicador. Usa un lenguaje claro acorde con su interlocutor, ni muy técnico, ni muy simple.

Empatía. Capaces de ponerse en la situación del cliente, de escucharles, comprenderles y ofrecerles soluciones idóneas a sus necesidades. Participa en los sentimientos y vivencias de sus interlocutores como si él mismo las experimentara. Claramente orientado al cliente.

Escucha asertiva. Prestan atención a lo que el cliente les dice, para conocer sus motivaciones, objeciones y necesidades. Utilizan correctamente la técnica de preguntas.

Capacidad de razonamiento lógico.

Creativo.

Honestidad. Persona íntegra que sabe como responder a cada situación y superar los conflictos.

Resistencia al estrés, a la fatiga, al cansancio...

Automotivación. Se impone sus propias metas difíciles que según las vaya alcanzando le sirven de automotivación.

Planificador. Sabe perfectamente que tiene qué hacer, cómo, cuándo y dónde. Muy organizado.

Inquietud. No se conforma con los buenos resultados y quiere ir más lejos de sus metas iniciales.

Consultor asesor. Experto en la materia, de plena confianza para el cliente y rentable para la compañía.

Gran negociador. Conoce y sabe utilizar las técnicas de negociación llegando a acuerdos beneficiosos para el cliente y la compañía.

Facilidad para trabajar en equipo. El nuevo comercial está más integrado en los diferentes procesos de la empresa.

Manejo de las nuevas tecnologías para gestionar su cartera de clientes y la gestión del conocimiento. Un comercial puede compartir sus experiencias con otros, evitando los errores de otros y clonar los aciertos.

Investigador. Busaca continuamente información útil para el desarrollo de su actividad, está al tanto de la actualidad, conoce su empresa en profundidad y a su vez a los clientes y el mercado.

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